St. Louis, ciudad oculta

St. Louis

La ciudad de St. Louis, el portón de entrada al Oeste. Durante mucho tiempo fue la última posta que exploradores, colonos y buscadores de metales preciosos visitaban antes de lanzarse a la conquista de la costa del Pacífico. Gracias a ese rol de enlace entre el Este y lugares como Nevada o California el estado de Missouri recibió desde mediados del siglo XIX a muchos inmigrantes europeos, particularmente del centro y del este del continente.

Tras la Guerra Civil -que finalizó en 1865- el soccer comenzó a asentarse en Estados Unidos. Primero en algunas de las universidades más prestigiosas de la Costa Este. Más tarde, y de manera masiva, fue permeando el resto del país gracias a los británicos que cruzaron el Atlántico para trabajar en astilleros, fábricas textiles, construcción de líneas ferroviarias y explotaciones mineras.

El deporte se hizo fuerte en varias de las principales ciudades de Estados Unidos. En St. Louis el juego se divulgó rápidamente entre extranjeros y locales. La ciudad registra la existencia de equipos de fútbol organizados desde 1890. Y el nacimiento de dos ligas locales a inicios del siglo pasado: la Association Foot Ball League en 1903, y la St. Louis Soccer League (el primer campeonato profesional del país) en 1907.

The Lou, como la llaman sus habitantes, es considerada como la cuna (o una de las cunas) del fútbol al norte del Río Grande. St. Louis incluso tiene un Salón de la Fama que da cuenta de la historia y de la tradición vinculadas al soccer que existen en la ciudad que, antes de ser parte de Estados Unidos, perteneció a Francia y España.

Pese a sus antecedentes este polo urbano de casi tres millones de habitantes no figura en el actual mapa de la Major League Soccer. Y tampoco parece tener opciones de quedarse con la franquicia #24 de la liga (en teoría, el último cupo en el futuro más o menos inmediato), por la que compiten los mercados de Las Vegas, Sacramento y Minneapolis.

Pese a todo, la avidez por el fútbol continúa. 2013 y 2014 fueron buenos años para el aficionado misuriano. Unos 50.000 espectadores se hicieron presentes en el Busch Stadium para ver los amistosos Manchester City vs. Chelsea y Real Madrid vs. Internazionale. La ciudad también fue sede de los partidos de la selección de Bosnia-Herzegovina frente a Argentina y Costa de Marfil.

Sin embargo, los hinchas locales reclaman algo más que encuentros de exhibición. Especialmente los St. Louligans, un grupo de aficionados organizados que abogan por la llegada de la MLS a St. Louis. En parte, sus plegarias fueron atendidas, porque a partir de 2015 el fútbol profesional -aunque en su versión más modesta- regresa a casa.

A partir de la próxima temporada la USL-Pro (la tercera categoría del fútbol profesional de América del Norte) tendrá una docena de nuevos equipos. Como ya comentamos en Jugador Franquicia, muchos de esos nuevos conjuntos estarán asociados a clubes de la Major League Soccer. Uno de los debutantes en la liga de Division III es el Saint Louis FCafiliado a una de las mejores academias del país.

La misma MLS calificó en 2013 a St. Louis como ‘la futura meca del futbol en Estados Unidos’. Todo parece estar en su sitio. Tradición, interés por el fútbol, aficionados activos, la posibilidad de crear una ‘segunda Cascadia Cup’ (con la rivalidad que podría crearse en partidos ante las cercanas Chicago y Kansas City). Pero, una vez más, ahora mismo el mercado no cuenta con un grupo empresario sólido.

De una manera u otra la Major League Soccer ha intentado en más de una ocasión tener a St. Louis dentro del redil:

  • En 1993, cuando la liga tomó contacto con alrededor de 30 poblaciones que potencialmente podrían albergar a sus equipos fundadores, la ciudad se abstuvo de presentar una propuesta.
  • En 2007 el equipo de Real Salt Lake estuvo a punto de abandonar el estado de Utah por problemas inmobiliarios; su nuevo hogar iba a ser St. Louis.
  • En 2008 se presentó una propuesta para que la franquicia #16 de la MLS se instalara en Collinsville, en el suburbio este de St. Louis, pero políticamente dentro de Illinois (el río Mississippi separa a los estados de Missouri e Illinois); la ciudad ganadora de ese cupo fue finalmente Philadelhia.
  • Ese mismo año la liga abrió otro concurso para adjudicar dos nuevas franquicias, que entrarían en competición en 2011. Pese a que las candidaturas de Miami (respaldada en ese momento por el FC Barcelona) y St. Louis parecían las más sólidas, los ganadores fueron los grupos empresariales que impulsaban la entrada a la MLS de Vancouver y Portland.

Una y otra vez las posibilidades de St. Louis fracasaron por no contar con un grupo empresarial sólido detrás de su propuesta. Las últimas dos derrotas frente a otros mercados seguramente dolieron más de la cuenta, ya que las propuestas presentadas en 2008 contaban con la aprobación para financiar la construcción de un SSS en Collinsville con fondos públicos, algo nada común en las fases iniciales de un proceso adjudicatorio.

¿Pueden los otros clubes profesionales de la ciudad contribuir a la llegada de una franquicia de fútbol de primera división? Stan Kroenke, propietario de Colorado Rapids, es también dueño de St. Louis Rams, el equipo local de la NFL. La directiva de los Carneros sopesa mudar la franquicia a Los Angeles, y -además- la Major League Soccer no quiere regresar el sistema de multipropiedad que existió en el nacimiento de la liga.

Y así como la MLS no espera ayuda de los Rams, quizás tampoco deba esperarla de los Cardinals. William DeWitt Jr., dueño del equipo de la MLB, oscila entre el nulo y el escaso interés en el soccer, pese a que casi todos los grandes partidos internacionales que atrajeron multitudes en St. Louis se llevaron a cabo en el estadio de su club.

Otra institución de la ciudad –Budweiser– parece estar cada vez más lejos de querer financiar a un equipo de fútbol en América del Norte. La empresa, fundada en St. Louis a mediados del siglo XIX por las familias alemanas Anheuser y Busch, acaba de finalizar su contrato de sponsorhip exclusivo con la MLS. Su reemplazante será uno de sus mayores competidores a nivel global, Heineken.

Antes de vender su firma a un conglomerado belga-brasileño en 2008 los herederos de la familia Busch tuvieron relación con el soccerEn 1982 financiaron la construcción del mayor complejo para la práctica del fútbol en la ciudad, el St. Louis Soccer Park. Un lugar que entre 1985 y 2009 llevó por nombre Anheuser-Busch Center, y que desde 2015 será el estadio del Saint Louis FC en la USL-Pro.

Hoy Budweiser es uno de los principales patrocinadores de las Copas del Mundo organizadas por FIFA. Una relación que comenzó en 1986 y se extenderá al menos hasta 2022. Es lógico pensar que la multinacional prefiera en la actualidad consolidar su marca en este tipo de eventos antes que ser parte de una liga que estará embanderada con el logotipo verde y blanco de un potente rival comercial.

El St. Louis Stars fue el último club que representó a la ciudad en un torneo de primera división. El equipo de la versión original de la North American Soccer League dejó de existir en 1978, cuando sus propietarios decidieron trasladarlo a Anaheim y rebautizarlo con la etiqueta pop de California Surf. Demasiado tiempo para las ambiciones contenidas en la cuna del fútbol en Estados Unidos. St. Louis, ciudad oculta -al menos por ahora- para la MLS.

 

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