El Rayo Vallecano, un histórico y humilde club del fútbol español, sorprendió al anunciar el 10 de noviembre de 2015 que tendría un equipo filial en Estados Unidos. Presentado como un modelo a seguir en América del Norte, el Rayito prometió que su sucursal se instalaría en la exótica sede de Oklahoma City -decididamente, un mercado futbolístico menor- y que la franquicia jugaría en la North American Soccer League, el equivalente no del todo exacto a lo que en América Latina o Europa sería una liga de segunda división.
Poco más de un semestre más tarde las cosas no son como eran. El Rayo Vallecano ya no habita más en la primera división española y el presupuesto reducido por la pérdida de la categoría hace que la aventura norteamericana se vuelva casi prohibitiva para los franjirrojos.
Eso es lo que quedó plasmado en la Junta General de Accionistas del Rayo Vallecano celebrada el martes en Madrid. En ella comparecieron el presidente Martín Presa y el director general Luis Yáñez.
Las palabras de Presa dejan poco espacio a la especulación con respecto al futuro del equipo de la NASL. «Fui a Nueva York para analizar la situación con el Rayo OKC», explicó el presidente. «Es un proyecto bonito, pero valoramos todas las opciones al haber descendido”, agregó. «Buscaremos en Oklahoma lo mejor para el Rayo en el futuro. No hay preacuerdo con nadie para deshacernos del Rayo OKC», concluyó Presa. «Se buscan fórmulas para replegar velas», añadió Yáñez.
Parece que Rayo Vallecano quiere desprenderse cuanto antes de su vástago. Sin tiempo para disfrutarlo o padecerlo, sin efectuar evaluaciones profundas. Más una chapuza que una estrategia de crecimiento real del club.
Pase lo que pase con el Rayo OKC la noticia es mala para la NASL. ¿Dónde está el filtro de la liga al elegir a sus socios o inversores? ¿Sabía de antemano la liga norteamericana que la permanencia del Rayo Vallecano en su circuito dependía de la suerte del club en la Liga BBVA?
Por último, ¿por qué equipos como Rayo Vallecano o SD Eibar son tentados a invertir en la North American Soccer League? ¿Quién o quiénes están detrás de esas propuestas? ¿Por qué la NASL -de manera directa o no- atrae a equipos españoles de un presupuesto limitado, reducido, y no sale a la caza de opciones que parezcan más rentables?
El impacto del anuncio en Estados Unidos
Las palabras de Presa y Yáñez tomaron por sorpresa a los socios de los españoles en Norteamérica. El propietario minoritario de Rayo OKC comentó a la prensa local que lo único que se conversó con los directivos del Rayo Vallecano fue cómo seguir adelante con la franquicia de la NASL tras el descenso del club madrileño.
«Una de las cosas que ellos dijeron en la reunión que tuvimos en New York es que después de la pérdida de categoría ‘tendríamos que considerar cómo reestructurar nuestra inversión, y atraer a otros potenciales inversores'», explicó Sean Jones al periódico The Oklahoman.
Jones manifestó que esa reunión no se hizo bajo un clima pesimista ni se habló de una ruptura entre ambas partes. La reestructuración de la inversión -mantiene el accionista- no necesariamente implicaría una venta total del equipo, sino quizás un cambio en quién podría ser el dueño mayoritario del Rayo OKC en el futuro.
El equipo de la NASL tiene garantizada su participación en la liga hasta fines de 2016, incluso si Rayo Vallecano se desligara de inmediato de su filial. Jones explicó que Rayo OKC tiene un compromiso de permanencia mínima de tres años en la North American Soccer League, y que se hará todo lo posible para cumplir con ese objetivo.
«Más allá de lo que pase con el Rayo Vallecano encontraremos la manera de seguir avanzando. Este es un compromiso de largo término», ratificó Jones.
El Rayo no se va… Por ahora
Rayo Vallecano ya busca de manera activa a un comprador total o parcial de su proyecto norteamericano. «Ellos [los españoles] nos dijeron que si conseguimos a un inversor o si nosotros como socios locales queremos adquirir sus acciones están abiertos a realizar esa operación», dijo Brad Lund -socio gerente de Rayo OKC– a News 9, una emisora de TV local.
Lund confirmó a ese medio que el club madrileño tiene en su poder un 65% de las acciones de la franquicia estadounidense, aunque no reveló cuál es el valor final de ese paquete de bonos. «De ninguna manera ellos se retirarán completamente de Rayo OKC», explicó Lund. «Esta situación no pone el futuro inmediato de nuestro equipo en riesgo o algo parecido», agregó.