La ‘desaparición técnica’ de la NASL

MIAMI FC

Mientras la MLS -la primera división de Estados Unidos– inicia este fin de semana la temporada 2018 y la USL -la segunda categoría- hará lo propio el 16 de marzo, la North American Soccer League anunció días atrás la cancelación del curso de este año.

Durante 2017 la United Soccer League y la NASL fueron dos competiciones consideradas como ligas de segunda división. Antes de que finalizara el año pasado la federación estadounidense anunció que retiraría a la North American Soccer League esa condición. La categoría de plata en América del Norte quedaría en exclusividad para la USL, una liga con más de una treintena de equipos ubicados en Estados Unidos y Canadá.

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La web oficial de la NASL hoy muestra que es un circuito con cuatro participantes: Jacksonville Armada FC, Miami FC (no confundir con el equipo que David Beckham tendrá en la Major League Soccer), New York Cosmos y Puerto Rico FC. La liga -que ciertamente vivió momentos más promisorios no demasiado tiempo atrás- demandó a fines de septiembre de 2017 a la federación, con la esperanza de lograr que la U.S. Soccer revirtiera su decisión original y le restituyera su estatus de segunda división. Al no lograrlo, la North American Soccer League anunció la cancelación de su temporada 2018.

¿Desapareció la NASL? Técnicmanente, no. Pero a sus dirigentes les resultará muy complicado volver a activarla. Pese a que en una declaración formal la liga se mostró dispuesta a volver al ruedo en 2019, la pérdida de credibilidad y de equipos han dañado -quizás de manera permanente- a la heredera histórica de la antigua máxima categoría, en la que brillaron Pelé, Franz Beckenbauer y Johan Cruyff, entre otros.

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Mientras Puerto Rico FC busca una solución particular para esta situación -que para el equipo quizás pase por unirse a la Liga Nacional boricua-, Jacksonville, Miami y el Cosmos anunciaron que se sumarán (al menos por este año) a la National Premier Soccer League, considerada como un torneo de cuarta división.

San Diego 1904 FC (el equipo propiedad de Eden Hazard y Demba Ba, entre otras figuras del fútbol internacional) no podrá debutar este año en la NASL y ya negocia con la USL para incorporarse a esa liga en 2019. Sobre el California United FC -otro de los equipos que iba a ingresar a la North American Soccer League en 2018- poco o nada se sabe, más allá de que controla a un filial que ya compite en la NPSL.

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El derrumbe de la NASL ha sido sensible y sostenido en las últimas temporadas. En 2016 el torneo contaba con 12 participantes:

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A este panorama hay que sumar el caso de San Francisco Deltas. El conjunto californiano entró en competición en 2017, fue campeón de la North American Soccer League en esa misma temporada, y a fines del año pasado fue disuelto.

Fotografía: Miami FC se prepara para jugar en la NPSL este año. (Crédito: Facebook | Miami FC)

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La NASL intenta sostenerse en base a una liga con seis equipos

NASL Ball In Field

La United Soccer League -la única liga de segunda división reconocida por la federación de fútbol de Estados Unidos- anunció días atrás que en 2018 contará con un total de 33 equipos participantes, salvo que se produzca alguna novedad de última hora.

La North American Soccer League -a la que meses atrás la USSF le ha quitado el estatus de segunda división- apenas puede exhibir en su web oficial a seis clubes dentro de su circuito. Una cifra sobre la que sería prudente -además- mantener cierta prudencia y no descartar de antemano ningún otro egreso.

El 8 de enero la NASL anunció que adoptaría el ‘calendario internacional’ de la FIFA -el que se emplea en gran medida en Europa y grandes ligas de fútbol del Hemisferio Norte-, y que su temporada 2018-19 comenzaría el 11 de agosto de este año y finalizaría el 1 de junio del año próximo.

La modificación -vale aclararlo- queda supeditada al resultado de la apelación que la North American Soccer League interpuso en contra de la U.S. Soccer luego de que la federación revocara su condición de liga de segunda división. En otras palabras, la NASL se queda sin competición durante el primer semestre del año, a la espera de novedades que den más certeza o terminen de aclarar su situación.

Tras la marcha de Indy Eleven a la USL, New York Cosmos y Miami FC son las dos teóricas potencias de esta NASL bajo mínimos. Por ahora los acompañan otros cuatro equipos, con urgencias de diferente grado.

Jacksonville Armada asegura que, pase lo que pase, no se quedará sin competir en 2018. Su presidente –Robert Palmer– manifestó que su club podría encontrar un lugar en las semiprofesionales National Premier Soccer League y United Premier Soccer League, al tiempo que no descartó unirse a la National Independent Soccer Association.

El Puerto Rico FC -que actualmente tiene tiene a un solo futbolista bajo contrato- salió a desmentir horas atrás que mantenga deudas con sus empleados administrativos. La mala situación general de la liga y el destrozo que en 2017 ha causado el paso de dos huracanes sobre la isla caribeña ponen en duda la sostenibilidad del club que es propiedad de Carmelo Anthony.

Del San Diego 1904 FC -el emprendimiento liderado por varias jugadores del fútbol europeo e internacional que estará ubicado en la ciudad fronteriza con Tijuana- poco se sabe. En teoría, el club será de la partida cuando la liga inicie la temporada 2018-19.

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Algo más misterioso es el estado del California United FC, que tiene previsto jugar en Fullerton, Orange County. Entre poco y nada se sabe en concreto sobre este proyecto que -al igual que en el caso de San Diego 1904 FC– todavía no ha completado los trámites que le permitirían jugar de manera oficial en la NASL este año.

¿Así, o más complicado? ¿Puede una liga de pretendido alcance nacional sostenerse en base a solo seis clubes? ¿Es capaz la North American Soccer League de congregar a nuevos equipos antes del inicio del curso 2018-19? Si el fallo de la Corte Suprema estadounidense es adverso, la NASL recibirá el tiro de gracia. Es altamente improbable que equipos con ambiciones grandes como Miami FC o el Cosmos acepten jugar en una tercera división. Tanto o más difícil aún será que decidan hacerlo en una liga completamente independiente y desafiliada de la federación de Estados Unidos.

La North American Soccer League todavía sangra por malas decisiones individuales o colectivas que desembocaron en la fallida aventura del Rayo Vallecano en América del Norte, o el hecho de que el vigente campeón –San Francisco Deltas– tuviera que disolverse tras apenas un año de competición, por dar apenas dos ejemplos de fallos muy recientes.

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Rocco Commisso, el propietario del Cosmos, está atrincherado en su posición de rebeldía frente a lo que él considera es una situación establecida y favorable para la Major League Soccer en el espectro del fútbol profesional estadounidense. Es, en muchos sentidos, una posición irreductible.

Riccardo Silva -la contraparte de Commisso en Miami FC– da la sensación de ser bastante más pragmático. No por nada los rumores que circulan cada vez con mayor insistencia indican que el club del sur del estado de Florida podría mudarse a la USL más pronto que tarde. Un movimiento que -de manera concluyente- dinamitaría a la manoseada NASL y a quienes todavía intentan sostenerla.

Fotografía: http://www.nasl.com

La NASL tiene la manzana rodeada

NASL

De acuerdo con lo establecido meses atrás por la federación de Estados Unidos, la North American Soccer League perderá en diciembre la condición de liga de segunda división. La D-2, entonces, quedará -de acuerdo con lo pautado por U.S. Soccer- en exclusiva para la United Soccer League.

La NASL perderá la condición de liga de segunda división en la temporada 2018

Distintos criterios objetivos sostienen que la NASL está muy lejos de alcanzar los requisitos federativos -las condiciones existentes en Estados Unidos, que no son las mismas que existen en la gran mayoría del panorama internacional del fútbol- para mantener la categoría de segunda división. Disconforme con la decisión de las autoridades deportivas, la NASL decidió llevar su reclamo a los tribunales.

Un 2017 con dos ligas de segunda división en Estados Unidos

El sábado por la mañana la jueza Margo Brodie -a cargo de esta cuestión- tomó una decisión. La magistrada no hizo lugar a la petición de la NASL de suspender la decisión de la federación de Estados Unidos. Por ende -y hasta que se produzca alguna novedad- la liga no tiene más opción que asumirse como un campeonato de tercera división en 2018.

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En sus considerandos, Brodie explicó que la NASL estaba «buscando más alterar que mantener su statu quo» dentro del fútbol estadounidense. La jueza también explicó que no veía en las normas federativas sobre el otorgamiento de divisiones y categorías un elemento que de manera inherente atacase el principio de competitividad, como había asegurado la North American Soccer League en su reclamo.

 

Según lo que puede leerse en el fallo, «la asignación de divisiones se establece año tras año. Pese a haber sido designada como una liga de División II para 2017, ese estatus se le había denegado ya para 2018. El reclamo efectuado por la parte demandante interrumpiría ese statu quo al exigir a la parte demandada que revocara su negativa anterior».

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Sin embargo, Brodie parece dar la razón a la NASL cuando la liga manifiesta haber sido objeto de un daño irreparable al perder la categoría de Segunda División.

«La parte demandada entiende que la pérdida de la categoría puede de hecho ‘asestar un golpe mortal a la NASL. Dada la posible pérdida total de sus negocios, la parte demandante ha establecido que es un daño irreparable».

 

 

Además, la jueza reconoció un conflicto de intereses entre la MLS y la federación de Estados Unidos, aunque no encontró pruebas suficientes para demostrar la existencia de una conspiración en contra de la North American Soccer League. Brodie consideró que las evidencias aportadas fueron circunstanciales y no probaron que la decisión de U.S. Soccer se tomó antes de la votación final, cuyo resultado fue de nueve votos contra uno en contra de la NASL.

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¿Qué pasará de aquí en adelante con la North American Soccer League? ¿Aceptarán equipos como Miami FC, New York Cosmos o Indy Eleven participar de una liga de tercera categoría? ¿Decidirá alguno de ellos ‘mudarse’ a la USL?

De momento, lo único que ha hecho la NASL es emitir el siguiente comunicado:

«Estamos muy desilusionados por la decisión de la Corte de denegar nuestra petición. Nos mantenemos firmes en el intento de entablar un reclamo por actividades monopólicas en contra de la Federación de Fútbol de Estados Unidos y tenemos confianza en que finalmente se hará justicia. A la luz de la extrema dureza que esta decisión implica para la NASL, nuestros equipos, nuestros jugadores, nuestros entrenadores y nuestros aficionados, comenzaremos de inmediato a revisar todas nuestras opciones legales, incluyendo la posibilidad de apelar este fallo».

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Posteriormente, la federación estadounidense respondió con esta declaración oficial:

«La responsabilidad de U.S. Soccer es la de asegurar la estabilidad y la sostenibilidad de todas las ligas profesionales que operan en Estados Unidos, así como también las de los equipos que compiten en esas ligas. Luego de conceder a lo largo de los años numerosas oportunidades a la NASL para que cumpliera con las condiciones establecidas para las ligas profesionales -o al menos para que facilitara una hoja de ruta para alcanzar esos requisitos- los miembros de la Junta de Directores de U.S. Soccer (elegidos e independientes) tomaron finalmente la decisión de no considerar a la NASL como una liga de División 2. La decisión fue tomada teniendo en cuenta el mejor interés del fútbol en los Estados Unidos, y el fallo judicial confirma que fue una decisión acertada. U.S. Soccer está comprometida a encontrar maneras para mejorar la viabilidad de todas las ligas y equipos a largo término. Y, al hacerlo, se compromete a trabajar con la NASL mientras ésta considera su futuro».

La liga de Raúl

A primera vista, hay muy poco -por no decir nada- que la North American Soccer League pueda hacer para cambiar esta situación. Un par de equipos, no más, podrían generar golpes de efecto y anunciar contrataciones de brillo. Un recurso que la liga ya empleó al fichar años atrás a Raúl González Blanco. Pero eso no podrá contrarrestar a mediano plazo el hecho de que la competición será una D-3, en toda regla. Con media docena de clubes (alguno de los que hoy están en el circuito desaparecerá, o se unirá a la Canadian Premier League o a la USL) es difícil pensar cuánto más puede resistir la NASL que tiene ‘la manzana rodeada’. O, mejor dicho, que hizo todo para que se la rodearan. La loca aventura que fue la liga en los últimos años -y el caso del Rayo OKC es un gran ejemplo de ese desmadre- en algún momento tenía que parar la pelota y replantear todo.

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La NASL perderá la condición de liga de segunda división en la temporada 2018

PRFC Cosmos

La decisión no es oficial -o 100% oficial, mejor dicho-, pero al menos se ganó el estado de oficiosa. La U.S. Soccer Federation denegó a la North American Soccer League la posibilidad de mantener su condición de liga de segunda división en la pirámide del fútbol vigente en los 52 estados de la Unión a partir de 2018.

La primicia fue del sitio FiftyFive.One, ratificada a través de un comunicado publicado este martes en la web oficial de la NASL. En la práctica, la medida adoptada por la federación obliga a la North American Soccer League a aceptar ser considerada como un campeonato de tercera división, fusionarse con alguno de los otras ligas de D-3 que estarán vigentes en Estados Unidos en 2018, o desaparecer.

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¿Cómo se llegó a esta situación?

En enero la U.S. Soccer decidió que en la temporada 2017 existirían en Estados Unidos dos campeonatos de segunda división: la NASL y la USL. Durante el transcurso del año ambas ligas debían elaborar un plan estratégico para demostrar que habían alcanzado o que estaban en camino de alcanzar los objetivos y criterios establecidos por los reglamentos federativos para ser consideradas torneos de D-2.

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Si bien la federación estadounidense todavía no ha dado a conocer de manera pública los motivos por los cuales ha rechazado el pedido de la North American Soccer League, la liga ha tenido severos problemas para mantener su presencia en la geografía norteamericana. A finales de la temporada pasada Minnesota United dejó la NASL para sumarse a la MLS como equipo en expansión. Tampa Bay Rowdies y Ottawa Fury migraron hacia la USL. Y Rayo OKC y Fort Lauderdale Strikers simplemente dejaron de competir y redujeron aún más el contenido de la liga.

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La baja de esos cinco clubes se contrarrestó en parte con la incorporación de San Francisco Deltas, que entró en competición en 2017, mientras que California United FC -un equipo que se instalará en las afueras de Los Angeles y otra franquicia en la ciudad de San Diego se comprometieron a ingresar en 2018. Ocho equipos compitieron en 2017 y la promesa/esperanza es que 10 sean parte del próximo curso.

La reacción oficial de la North American Soccer League

A través de un comunicado oficial, la NASL fijó su posición ante la decisión de la federación estadounidense.

«Desde su debut en 2011, la North American Soccer League ha trabajado de manera diligente para impulsar el crecimiento del fútbol a través de la creación de una liga en la que los clubes lleven la emoción del fútbol profesional a los aficionados de toda América del Norte», comienza el documento.

«A pesar del progreso hecho por la NASL, la Federación de Estados Unidos ha decidido negarse a aprobar a la liga como un campeonato de División 2 para la temporada 2018. La NASL está decepcionada con la decisión y cree que la Federación no actuó en función del interés del deporte. Esta decisión afecta de manera negativa a muchos actores en el fútbol: aficionados, jugadores, entrenadores, árbitros, socios comerciales y propietarios de clubes de la NASL, que han invertido decenas de millones de dólares en la promoción del deporte. Esta decisión pone en riesgo a los miles de empleos creados por la NASL y sus clubes miembros».

¿Podrá la NASL mantener la condición de ‘segunda división’ en 2017?

«Si bien en los últimos días se han producido algunos resultados desafortunados para el fútbol de Estados Unidos, tanto dentro como fuera del campo, la NASL sigue comprometida con el crecimiento del deporte y está explorando múltiples opciones mientras sigue planeando su futuro. La NASL sabe que sus seguidores continuarán mostrando un apoyo eterno para sus clubes, y aguarda con interés el tramo final de la temporada 2017 y mira más allá. El fútbol es más grande que cualquier decisión, resultado, persona, liga, división o federación. La NASL continuará su trabajo para asegurar que los días más brillantes para el fútbol de Estados Unidos estén por llegar».

¿Qué va a ocurrir con la NASL?

La decisión de la U.S. Soccer es una bomba de profundidad para la North American Soccer League. No hay cómo maquillarlo. De hecho, este parece ser el final -una vez más- de la NASL tal como la conocimos hasta ahora. Mientras esta nota se escribe, varios equipos de la ya exliga de segunda división están buscando la manera de integrarse a la que seguramente será pronto oficializada como la única División 2 en el fútbol estadounidense: la USL.

El primero en moverse y dar a entender que su mudanza se producirá pronto fue North Carolina FC. A través de las redes sociales la franquicia que espera llegar a la Major League Soccer en los próximos años explicó que el club se encuentra «completamente comprometido a jugar en el más alto nivel posible en 2018 y el futuro». Además, asegura que está «explorando todas las opciones posibles para proveer una continuidad competitiva para su equipo profesional masculino».

Al conjunto de North Carolina pronto podrían seguirlo Indy Eleven y las dos franquicia californianas que tenían previsto entrar a la NASL en 2018. ¿Qué camino tomarán los dos ‘tanques’ de la liga, Miami FC y New York Cosmos? Pocos imaginan que el club del estado de Florida -con un alto nivel de inversión- pueda jugar en una liga de tercera división. Y el nuevo propietario del Cosmos ha dicho en más de una ocasión que su equipo no participará de una competición menor. ¿Hay lugar para ellos también en la United Soccer League?

La federación debe redefinir a la tercera división

Supongamos que -como explicó en su comunicado oficial- la NASL no se extingue y en 2018 se presenta como liga de D-3. Eso implicaría que tendría que ‘competir’ con la NISA, una competición presentada días atrás, y que funcionaría como un torneo independiente de tercera división, dentro del paraguas de la U.S. Soccer. Y, desde 2019 en adelante, se las tendría que ver con la USL – Division 3, la que apunta a ser la tercera división ‘oficial’ a futuro. Una liga destinada a dar espacio a equipos profesionales en nuevos mercados, que cuenten entre 200 mil y un millón de habitantes.

NISA, la nueva tercera división del fútbol de Estados Unidos

Hasta tres ligas de tercera división, entonces, podrían coincidir en el futuro cercano. Así como la federación ordenó el panorama en la segunda división se impone que tome alguna medida similar en el espectro de la D-3.

El establecimiento de un nuevo orden

Si bien nunca hubo debate dentro de la federación sobre la cuestión, la Major League Soccer ratifica su condición de única liga de primera división en Estados Unidos. No demasiado tiempo atrás una NASL más belicosa amenazó con llevar el tema a la justicia y reclamar para sí el rótulo de D-1, algo que finalmente jamás ocurrió.

Más que nunca, la articulación del fútbol profesional en Estados Unidos estará en sintonía con la liga comandada por Don Garber. Con la USL -la competición en la que participan varios equipos filiales de franquicias de la MLS– como liga de segunda división y con la USL D-3 como nuevo patrón en el tercer escalón, la Major League Soccer se acomoda en el sitial más alto del ordenamiento del fútbol norteamericano. Sin oposición fuerte a la vista. A una distancia abismal de cualquier otro emprendimiento que pretenda hacerle sombra.

Fotografía: Puerto Rico FC ante New York Cosmos, en un partido de la temporada 2017. (Crédito: North American Soccer League | NASL.com)

 

 

 

La NASL comienza la temporada 2017 con el objetivo de subsistir

NASL

Superada (¿superada?) la crisis institucional que casi pone fin a su existencia la North American Soccer League arranca la temporada 2017 con el objetivo inmediato de crecer para no perder su condición de liga de segunda división en Estados Unidos.

Tras la debacle del año pasado la NASL comienza el curso de este año con un total de ocho equipos: New York Cosmos, North Carolina FC (el exCarolina RailHawks), Jacksonville Armada, Miami FC, Indy Eleven, Puerto Rico FC, FC Edmonton y San Francisco Deltas -un nuevo club que debuta este año en la liga-.

Para seguir siendo en 2018 un torneo de segunda categoría la North American Soccer League está obligada a sumar cuatro conjuntos nuevos antes del inicio de la próxima temporada. La federación estadounidense mantuvo al torneo en cuidados intensivos y le da un año para recuperar el cupo mínimo establecido por el orden reglamentario.

De acuerdo con el periódico británico The Guardian tres grupos inversores anunciarán en abril su intención de ingresar a la NASL, que este fin de semana da comienzo a su curso 2017. Los rumores hablan de que estos nuevos equipos estarían ubicados en el sur del estado de California, en Atlanta y en Chicago.

Mientras todo esto ocurre la liga es gerenciada por una dirección provisoria, encabezada por el comisionado interino Rishi Sehgal, que figura entre los candidatos a quedarse con ese cargo de manera definitiva.

 

Además, el miércoles la NASL anunció nuevos acuerdos de difusión por televisión con las cadenas beIN Sports e ESPN3.

Pese a estas buenas noticias, la NASL -que comparte de manera provisoria el sello de ‘segunda división’ con la USL en 2017- se mantiene en una situación delicadísima. De los doce equipos que participaron el año pasado de la liga muchos de ellos se mudaron a otras ligas o -directamente- cesaron sus actividades.

Minnesota United es ahora un equipo de la MLS, Tampa Bay Rowdies y Ottawa Fury decidieron afiliarse a la USL, mientras que Fort Lauderdale Strikers y Rayo OKC dejaron de existir. Y dentro del octeto actual de integrantes de la NASL Indy Eleven y North Carolina FC son dos de los doce candidatos a convertirse en equipos de la Major League Soccer en el futuro.

La North American Soccer League busca redefinir su identidad dentro del fútbol profesional estadounidense frente a dos productos potentes, como son la USL y la MLS. En ese ámbito a la vapuleada competición le tocará competir contra sus ‘rivales’ y contra sí misma y los malísimos antecedentes que sentó en los dos últimos años.

La NASL comienza el sábado con tres partidos:

  • North Carolina FC vs Miami FC
  • Puerto Rico FC vs New York Cosmos
  • San Francisco Deltas vs Indy Eleven

 

Fotografía: San Francisco Deltas, el nuevo equipo de la NASL en la temporada 2017. (Crédito: Facebook | North American Soccer League)