A fines de enero D.C. United dio a conocer imágenes actualizadas del que será su estadio específico en el barrio de Buzzard Point en la capital estadounidense.
Los nuevos renderings difieren bastante de los presentados originalmente, al punto que da la sensación de que el club y el estudio de arquitectura Populous decidieron cambiar de manera radical el diseño de la futura infraestructura.
En las primeras presentaciones se mostró un tipo de estadio con plateas y tribunas techadas, en el que aficionados y espectadores en general podrían estar a resguardo de la lluvia o la nieve.
En la última exhibición del proyecto el estadio cambió al punto de volverse irreconocible. La franquicia presenta a este nuevo diseño como minimalista. A primer golpe de vista los gráficos nos entregan la imagen de un soccer-specific stadium menos caro, más desprovisto de confort para los hinchas, comenzando por la desaparición del techo o toldo que protegía de los elementos al público.
Tener o no tener techo hace una diferencia enorme en una ciudad como Washington D.C., donde el invierno se hace sentir de manera contudente. Es una especie de castigo para los abonados de temporada, que vienen resistiendo desde hace 20 temporadas las inclemencias del clima en la ciudad capital.
El costo final del nuevo estadio del D.C. United rondaría los 300 millones de dólares (el más caro en la historia de la liga), tendrá capacidad para 19.000 espectadores y su apertura está prevista para la temporada 2018, cuando abandonará el RFK Stadium.
Recientemente las autoridades del Distrito de Columbia comenzaron a analizar las modificaciones al proyecto original. En general la nueva estética del estadio no cuenta con una aprobación masiva.
La comisionada Marcie Cohen dio una opinión muy crítica sobre el proyecto, al que calificó de «muy austero».
Imágenes: D.C. United / Populous