
BRONX, NY — El partido inaugural en el Yankee Stadium ya parece un recuerdo lejano. 43.000 espectadores, entusiasmo, David Villa tirando del equipo, y una victoria para celebrar. Algunas semanas más tarde el panorama es bien distinto. Tras la derrota del domingo frente a Portland Timbers el New York City FC acumula cinco partidos sin ganar en la temporada regular de la Major League Soccer. El público ha mermado y parece no estar tan motivado. Y David Villa -afectado por una recurrente lesión- apenas ha jugado un encuentro y medio frente a su público desde el inicio de la liga.
¿Está NYCFC en crisis? No, lejos de eso. El cuadro de la camiseta celeste está a apenas cinco puntos de los líderes de la Conferencia Este y con la misma cantidad de unidades que Chicago Fire, último equipo dentro de la zona de clasificación a playoffs y su próximo rival en el inicio de la Semana 8. Pero el entusiasmo inicial alrededor de esta franquicia -que fichó buenos jugadores, y contrató a uno de los entrenadores más serios del circuito- puede estar diluyéndose de manera acelerada. Con el primer cuarto del torneo casi completado el City necesita de manera urgente una buena noticia. Mucho mejor si esa novedad llega al vestuario del equipo en forma de victoria y tres puntos.
La activa y costosa campaña publicitaria previa al inicio de la temporada y el calibre de los futbolistas convocados para este nuevo proyecto convirtieron al New York City FC en una especie de candidato automático en el ambiente de la Major League Soccer. Un candidato imposible de comparar con cualquier antecedente histórico (el equipo no tiene un predecesor inmediato en categorías inferiores, como sí lo tiene Orlando City SC). Un candidato que entrenó por primera vez en enero. Un candidato que, como ya ha señalado el técnico Jason Kreis en conferencia de prensa, todavía -lógicamente- es un equipo en formación. Todos estos condicionantes impiden que en este momento, a finales de abril, el conjunto pueda ejercer como un candidato real.
La expectativa generada alrededor del NYCFC podría estar resultando perjudicial para el trabajo interno del plantel y los objetivos que, de una manera realista, puede alcanzar en el año de su debut. “Hubiera sido fácil en ese momento que todo el mundo dijera ‘Wow, qué equipo. Este equipo va a ser fantástico’’’, dijo Kreis en referencia al partido inaugural en el Yankee Stadium frente a New England Revolution. “Para mí, sería lo mismo si hubiéramos jugado mal y todo el mundo dijera que somos horribles. La verdad siempre va a estar en algún lugar intermedio.’’
La principal preocupación del responsable táctico tiene que ver con su deseo de que esta mala racha no afecte el espíritu de su equipo. “No podemos permitir que estos resultados se conviertan en algo negativo. Lo único que puede destruirnos en este momento es si dejamos de creer en el otro y dejamos de estar dispuestos a trabajar por el otro’’, señaló Kreis.
Claramente, ni el cuerpo técnico ni el club quieren arrojar la toalla antes de tiempo en su temporada de debut. El equipo tiene que concentrarse en regresar las cosas a un curso ‘normal’ antes de que el desinterés se apodere de la prensa local especializada y de los aficionados. La ciudad de New York y sus alrededores constituyen el mercado deportivo más importante de América del Norte. Las leyes por las que se rige a veces pertenecen a una realidad bastante diferente a la que se verifica en lugares no tan competitivos.
De manera ideal la llegada de Frank Lampard durante el verano -a la que muy probablemente se sume un tercer Jugador Franquicia– debería producirse en momentos en los que #NYC sea un equipo competitivo, con opciones de encarar la segunda mitad del año con opciones de luchar por una plaza en los playoffs. Pero hoy el conjunto está lejos de conseguir esa cuota de confiabilidad que le permita aspirar a entrar en la postemporada.
Lo primero que debe resolver New York City FC es su incapacidad para mantener un resultado en los últimos minutos de juego. El domingo Portland Timbers anotó el gol de la victoria en el minuto 79′. El pasado jueves Philadelphia Union consiguió el empate 1-1 en el 86′. El 11 de abril el mismo equipo de Philly anotó su segundo y definitivo tanto en el 90’+2′. El 8 de marzo, en la jornada 1 de esta temporada, los jugadores de Jason Kreis recibieron un tanto anotado por Kaká en el 90’+1′.
El segundo asunto a despejar es la cuestión de las lesiones. En el último juego NYCFC no pudo contar con varios futbolistas. David Villa, fuera por un problema en los aductores. Mix Diskerud se lastimó un tobillo durante el entrenamiento del sábado. El defensa Jason Hernandez fue baja por una lesión en la pantorrilla. Y los también defensores Josh Williams y Shay Facey no pudieron estar presentes por dolencias en el aductor. A esta lista se suma el atacante Tony Taylor (reemplazante de Villa), quien a la media hora de partido frente a Portland fue retirado en camilla de la cancha del Yankee Stadium con una lesión de ligamentos que en principio no tiene un pronóstico alentador.
El plantel de New York City no es profundo todavía. Ante la poca efectividad del centrodelantero eslovaco Adam Nemec el coach Kreis puso a cargo del ataque ante los Timbers a futbolistas muy jóvenes y con poca experiencia en primera división, como Patrick Mullins y Khiry Shelton. Los locales dominaron durante buena parte del encuentro, pero fueron incapaces de marcar. Una imagen que comienza a reiterarse en el paisaje que propone el equipo del club azul cielo.
“Odio decirlo, pero lo diré igualmente. Creo que estamos teniendo bastante mala suerte. Somos realmente desafortunados. Quiero creer que durante el curso de la temporada algo de suerte caerá de nuestro lado y las cosas se equilibrarán.” Palabras de Jason Kreis, en ese confesionario público que a veces es la sala de prensa. La fortuna jugó un rol importante en el gol de Dairon Asprilla, el volante de Portland. Es verdad. ¿Pero explica solamente la falta de suerte el momento que hoy vive New York City?
En cualquier liga que se precie de ser seria -y la MLS lo es en muchos aspectos- ninguna franquicia con apenas siete partidos oficiales bajo su suela contaría con la presión de ser un aspirante serio al título. De hecho, no es nada habitual que un equipo en expansión consiga clasificar a los playoffs en su temporada de debut. En la historia de la MLS solamente lo han conseguido Chicago Fire en 1998 y Seattle Sounders en 2009.
Sin embargo para NYCFC parece existir la obligación de ser trascendente desde el inicio de su existencia en la máxima categoría norteamericana. Es la resultante de un cóctel que prepararon la liga, los propietarios del equipo, y las obligaciones que impone la Gran Manzana a quienes se proponen como sus representantes en el ámbito del deporte profesional. Los integrantes del plantel son, por ahora, quienes más sufren esta circunstancia. Mientras esperan que las lesiones se apiaden de ellos y los dioses del fútbol les pongan de cara alguna oportunidad de victoria en lo inmediato el City compite -más que contra sus rivales- ante sí mismo en estas complicadas primeras semanas de existencia oficial.