El estruendoso abucheo que Frank Lampard recibió hace una semana durante la caída por 0-7 de New York City FC en el clásico neoyorquino todavía resuena. Los aficionados celestes no perdieron la fe en las opciones que el equipo tiene de alcanzar la postemporada, pero la ‘cuestión Lampard’ todavía está lejos de estar resuelta.

Los hinchas -la prensa también, en segunda instancia- aguardan todavía una explicación sobre varios de los aspectos que rodearon a la llegada en falso del inglés antes del inicio de la temporada 2015 y a su fragilidad atlética, que solamente le permitió disputar 11 encuentros desde su incorporación a NYCFC.

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El corto cuarto de hora final de la bronca en el clásico frente a Red Bulls no le asegura de momento a Super Frank Lampard -como, con poco tino, fue presentado por la voz del estadio- la titularidad. Las declaraciones de Patrick Vieira y de mismísimo futbolista hablan de un proceso en desarrollo. Ni en la teoría ni en la práctica el volante parece estar preparado en este momento para quitar el puesto a Andrea Pirlo, Federico Bravo, Mikey Lopez o Tommy McNamara.

¿Tendrá Lampard más minutos el domingo, cuando NYCFC reciba a Orlando City SC? «El técnico tiene que ocuparse principalmente de la alineación inicial, de los cambios, de cuándo hay que hacerlos, y de todo lo conducente a intentar ganar el partido», explicó el exsímbolo del Chelsea en el centro de entrenamiento de la localidad neoyorquina de Purchase. «Me encantaría poder tener más minutos, cuando te pierdes tantos partidos lo único en lo que piensas es en volver y ayudar a tu equipo», agregó Lamps.

El Jugador Franquicia -que días atrás sugirió que quizás existió un problema de comunicación entre él, el equipo y la afición- no parece demasiado dispuesto a explayarse sobre su situación personal. «No quiero rectificar ni corregir nada», manifestó Lampard cuando se le preguntó por el descontento de los hinchas. «No estoy aquí para demostrar nada, estoy aquí para ganar», agregó el inglés. «No puedo puedo cambiar las lesiones ni las circunstancias. Lo único que puedo hacer es tratar de que el equipo gane.»

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Las circunstancias de las que Lampard habla son las que -pese a ser anunciado como la primera contratación en la historia del equipo de ‘la Gran Manzana’- lo llevaron a estar ausente en el comienzo de la temporada 2015 de la MLS debido a la prolongación de su estadía en el Manchester City.

El año pasado el británico comenzó a hacer un aporte medianamente apreciable para New York City FC cuando las opciones de clasificar a los playoffs estaban casi completamente perdidas. En 2016 problemas musculares forzaron al británico a estar fuera de la convocatoria del conjunto dirigido por Vieira en los 12 primeros encuentros de la temporada.

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Probablemente la ciudad de Nueva York sea el mayor mercado deportivo del planeta. La prensa deportiva y el aficionado de ‘la Gran Manzana’ son dueños de opiniones durísimas cuando técnicos y jugadores no funcionan. Que se lo pregunten a los Knicks o a los Yankees, por ejemplo. Y -seamos honestos- ¿cuál sería la reacción de los hinchas en Madrid, París, Río de Janeiro o Ciudad de México si este Frank Lampard jugara en un equipo de esas ciudades? Una productividad casi nula en el efectivo con la remuneración más alta del plantel generaría conflicto y desazón en cualquier lugar del mundo. La gente que llena el Yankee Stadium para ir a ver fútbol no es la excepción.

Lampard evita la discusión de fondo. Solamente -y de manera muy reciente, porque hasta ahora casi todo fue silenzio stampa para el 8 desde su llegada a Estados Unidos– expone su molestia por el hecho de haber sido abucheado en su debut en 2016. «No creo que la gente sea conciente de la lesión que tuve», explicó tras el clásico. «Me repudian por haber estado lesionado, no hay mucho que pueda hacer al respecto», se quejó.

La gente no repudia su lesión (la cultura deportiva en esta ciudad es enorme, dicho sea de paso). Lo que el público desaprueba, en cambio, es la falta de explicaciones. Quizás también el poco compromiso con la causa. Lampard fue contratado para ser uno de los padres fundadores de New York City FC. Ni dentro ni fuera de la cancha el inglés ha ejercido hasta ahora esa función.

«Al principio me diagnosticaron una lesión pequeña, pero finalmente no fue así», volvió a describir a mitad de semana el centrocampista, quien ya había dado una explicación similar tras el derbi del pasado sábado ante los Red Bulls. «Era una lesión de pantorrilla bastante grave. Ha sido duro, un lento proceso para poder recuperarme», añadió Lampard. Hasta el pasado fin de semana la condición médica del futbolista siempre fue calificada desde el inicio del curso 2016 como questionable (en duda, en español) por el club.

«La semana pasada tuve buenos entrenamientos, pero todavía no estoy listo para jugar un partido como titular. Me estoy acercando a eso», asegura el futbolista. Después de la Copa América Centenario la Major League Soccer estará próxima a llegar a la mitad de la temporada en curso. En más de un sentido Lampard sigue de pretemporada.

«Este año está resultando frustrante para mí», explicó finalmente el volante. «Me tomo muy mal las lesiones. No es divertido estar cerca de mí cuando estoy lesionado», profundizó. «Vivo para el fútbol. En cada club en el que estuve he intentado trabajar duro y ganar, y eso es lo que busco hacer aquí», manifestó el Jugador Franquicia. «Quiero jugar, y quiero jugar bien. Espero que los buenos resultados lleguen, en lo personal y para el equipo.»

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Frank Lampard compite contra sus compañeros, su propio pasado profesional (brillante hasta no hace demasiado), y la mala imagen que -no siempre por su propia responsabilidad- se está ganando en el ámbito de la MLS. ¿Conseguirá despertar el aplauso de la tribuna al menos una vez antes de terminar su contrato en diciembre?

Fotografía: New York City FC