«División Cero»: ¿Fútbol profesional a pequeña escala en Estados Unidos?

JACKSONVILLE ROBERT PALMER

Seis equipos siguen siendo parte de la NASL, luego de que la federación estadounidense decidiera quitar a la liga su condición de torneo de segunda división. Pese a que esa resolución está todavía siendo discutida en la justicia, la North American Soccer League no está en actividad en estos momentos. Tras reformar su calendario, el torneo espera regresar en el verano boreal.

La NASL intenta sostenerse en base a una liga con seis equipos

¿Qué hace esa media docena de clubes durante la primera mitad de 2018? Con mayor o menor entusiasmo, todos intentan mantenerse en acción. Y uno de ellos, busca poner en marcha un plan que podría revolucionar a los estratos inferiores del fútbol profesional en Estados Unidos.

Jacksonville Armada decidió apuntarse en el primer semestre de este año a la National Premier Soccer League, uno de los dos torneos considerados como de cuarta división en el fútbol norteamericano. Esta liga -reconocida por U.S. Soccer– está presente en 29 estados, tiene alcance nacional, aunque enfoca el grueso de su competición en el enfrentamiento de clubes de una misma región.

En la práctica, para el Armada eso significa que en los próximos meses sus rivales dejarán de ser New York Cosmos o San Francisco Deltas, por ejemplo, para ser en su gran mayoría conjuntos semiprofesionales del estado de Florida.

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Por ahora, eso es lo que hay para Jacksonville. Un equipo que optó por no seguir los pasos de pares como Indy Eleven o Tampa Bay Rowdies, que abandonaron recientemente la NASL para unirse a la United Soccer League, ahora la segunda división en solitario del fútbol de Estados Unidos.

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El Armada espera sortear el temporal y que cuando llegue el otoño a América del Norte la North American Soccer League vuelva a abrir sus puertas. Pero si eso no ocurre, el propietario del equipo busca la manera de poner en funcionamiento algo más que un paliativo para los ahora desahuciados conjuntos de la antigua segunda división.

El empresario Robert Palmer lanzó hace pocas horas la idea de crear una liga profesional de ámbito nacional que podría operar completamente al margen de la federación estadounidense. Algunos la han calificado como una posible ‘liga pirata’, otros -buscando algo más de corrección política y empresarial- prefieren llamarla «División Cero».

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El torneo estaría formado por equipos de ciudades medianas o pequeñas que busquen jugar fútbol profesional, pero que no reúnan los requisitos establecidos por U.S. Soccer. Si bien la federación exige que todo club cuente con un propietario principal que pueda demostrar tener un patrimonio de al menos 10 millones de dólares, la «División Cero» sería un modelo mucho más flexible en ese sentido. Según Palmer, entre 20 y 30 equipos ya mostraron interés en su propuesta.

«Cuando miro el panorama del fútbol ahora mismo, veo a muchos grandes equipos basados en sus comunidades que son exitosos», señaló Palmer en declaraciones recogidas por la web del periódico The Florida Times-Union. «Son equipos que cuentan con grandes aficionados, tienen grandes patrocinantes, pero que no pueden jugar fútbol profesional, porque no tienen los requisitos patrimoniales establecidos por la federación», agregó. «Lo que la ‘División Cero’ representa es un movimiento para poner al fútbol otra vez en el control de las comunidades y no depender del requisito de contar con un propietario con una cierta cantidad de dinero».

«Si un club demuestra que puede funcionar con éxito, y tiene aficionados y auspiciantes que lo apoyan, ese club debería tener la oportunidad de convertirse en un equipo profesional», continuó Palmer. «Eso hoy en día no es posible en este país, y creo que es algo que se debe arreglar».

«Existe una gran necesidad de mercado. Hay cientos de clubes que quieren que esto sea así», argumentó el inversor ante las cámaras del Canal 4 de Jacksonville. «No voy a debatir si el fútbol de Estados Unidos está preparado para tener ascensos y descensos ahora mismo, pero sí estamos preparados para dar a estos equipos una transición desde lo amateur a lo profesional. Ya es hora de que eso ocurra. Voy a ser la fuerza motriz de ese cambio».

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La llegada de Carlos Cordeiro a la presidencia de la federación genera cierta ilusión al dueño de Jacksonville Armada. «Mi esperanza es que cuando presentemos este proyecto a U.S. Soccer y les digamos ‘Estos son los ocho equipos que tenemos. No contamos con los requerimientos patrimoniales a nivel individual para cada club, pero estos son nuestros patrocinadores, esta es la cantidad de entradas que vendemos, nos gustaría que nos admitan’… Me gustaría creer que Cordeiro estará abierto a eso», manifestó Palmer. «Y si no lo está, estaríamos preparados para jugar de todos modos». El plan del hombre de negocios es el de poner en marcha a esta potencial nueva liga en 2019.

«Creo que el futuro del fútbol profesional comunitario en Estados Unidos nunca ha sido tan brillante», concluyó Robert Palmer. «Y Jacksonville Armada y la comunidad de Jacksonville estará a la vanguardia de esta idea».

Fotografía: Robert Palmer, propietario de Jacksonville Armada e impulsor de la «División Cero». (Crédito: Jacksonville Armada)

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La NASL perderá la condición de liga de segunda división en la temporada 2018

PRFC Cosmos

La decisión no es oficial -o 100% oficial, mejor dicho-, pero al menos se ganó el estado de oficiosa. La U.S. Soccer Federation denegó a la North American Soccer League la posibilidad de mantener su condición de liga de segunda división en la pirámide del fútbol vigente en los 52 estados de la Unión a partir de 2018.

La primicia fue del sitio FiftyFive.One, ratificada a través de un comunicado publicado este martes en la web oficial de la NASL. En la práctica, la medida adoptada por la federación obliga a la North American Soccer League a aceptar ser considerada como un campeonato de tercera división, fusionarse con alguno de los otras ligas de D-3 que estarán vigentes en Estados Unidos en 2018, o desaparecer.

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¿Cómo se llegó a esta situación?

En enero la U.S. Soccer decidió que en la temporada 2017 existirían en Estados Unidos dos campeonatos de segunda división: la NASL y la USL. Durante el transcurso del año ambas ligas debían elaborar un plan estratégico para demostrar que habían alcanzado o que estaban en camino de alcanzar los objetivos y criterios establecidos por los reglamentos federativos para ser consideradas torneos de D-2.

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Si bien la federación estadounidense todavía no ha dado a conocer de manera pública los motivos por los cuales ha rechazado el pedido de la North American Soccer League, la liga ha tenido severos problemas para mantener su presencia en la geografía norteamericana. A finales de la temporada pasada Minnesota United dejó la NASL para sumarse a la MLS como equipo en expansión. Tampa Bay Rowdies y Ottawa Fury migraron hacia la USL. Y Rayo OKC y Fort Lauderdale Strikers simplemente dejaron de competir y redujeron aún más el contenido de la liga.

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La baja de esos cinco clubes se contrarrestó en parte con la incorporación de San Francisco Deltas, que entró en competición en 2017, mientras que California United FC -un equipo que se instalará en las afueras de Los Angeles y otra franquicia en la ciudad de San Diego se comprometieron a ingresar en 2018. Ocho equipos compitieron en 2017 y la promesa/esperanza es que 10 sean parte del próximo curso.

La reacción oficial de la North American Soccer League

A través de un comunicado oficial, la NASL fijó su posición ante la decisión de la federación estadounidense.

«Desde su debut en 2011, la North American Soccer League ha trabajado de manera diligente para impulsar el crecimiento del fútbol a través de la creación de una liga en la que los clubes lleven la emoción del fútbol profesional a los aficionados de toda América del Norte», comienza el documento.

«A pesar del progreso hecho por la NASL, la Federación de Estados Unidos ha decidido negarse a aprobar a la liga como un campeonato de División 2 para la temporada 2018. La NASL está decepcionada con la decisión y cree que la Federación no actuó en función del interés del deporte. Esta decisión afecta de manera negativa a muchos actores en el fútbol: aficionados, jugadores, entrenadores, árbitros, socios comerciales y propietarios de clubes de la NASL, que han invertido decenas de millones de dólares en la promoción del deporte. Esta decisión pone en riesgo a los miles de empleos creados por la NASL y sus clubes miembros».

¿Podrá la NASL mantener la condición de ‘segunda división’ en 2017?

«Si bien en los últimos días se han producido algunos resultados desafortunados para el fútbol de Estados Unidos, tanto dentro como fuera del campo, la NASL sigue comprometida con el crecimiento del deporte y está explorando múltiples opciones mientras sigue planeando su futuro. La NASL sabe que sus seguidores continuarán mostrando un apoyo eterno para sus clubes, y aguarda con interés el tramo final de la temporada 2017 y mira más allá. El fútbol es más grande que cualquier decisión, resultado, persona, liga, división o federación. La NASL continuará su trabajo para asegurar que los días más brillantes para el fútbol de Estados Unidos estén por llegar».

¿Qué va a ocurrir con la NASL?

La decisión de la U.S. Soccer es una bomba de profundidad para la North American Soccer League. No hay cómo maquillarlo. De hecho, este parece ser el final -una vez más- de la NASL tal como la conocimos hasta ahora. Mientras esta nota se escribe, varios equipos de la ya exliga de segunda división están buscando la manera de integrarse a la que seguramente será pronto oficializada como la única División 2 en el fútbol estadounidense: la USL.

El primero en moverse y dar a entender que su mudanza se producirá pronto fue North Carolina FC. A través de las redes sociales la franquicia que espera llegar a la Major League Soccer en los próximos años explicó que el club se encuentra «completamente comprometido a jugar en el más alto nivel posible en 2018 y el futuro». Además, asegura que está «explorando todas las opciones posibles para proveer una continuidad competitiva para su equipo profesional masculino».

Al conjunto de North Carolina pronto podrían seguirlo Indy Eleven y las dos franquicia californianas que tenían previsto entrar a la NASL en 2018. ¿Qué camino tomarán los dos ‘tanques’ de la liga, Miami FC y New York Cosmos? Pocos imaginan que el club del estado de Florida -con un alto nivel de inversión- pueda jugar en una liga de tercera división. Y el nuevo propietario del Cosmos ha dicho en más de una ocasión que su equipo no participará de una competición menor. ¿Hay lugar para ellos también en la United Soccer League?

La federación debe redefinir a la tercera división

Supongamos que -como explicó en su comunicado oficial- la NASL no se extingue y en 2018 se presenta como liga de D-3. Eso implicaría que tendría que ‘competir’ con la NISA, una competición presentada días atrás, y que funcionaría como un torneo independiente de tercera división, dentro del paraguas de la U.S. Soccer. Y, desde 2019 en adelante, se las tendría que ver con la USL – Division 3, la que apunta a ser la tercera división ‘oficial’ a futuro. Una liga destinada a dar espacio a equipos profesionales en nuevos mercados, que cuenten entre 200 mil y un millón de habitantes.

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Hasta tres ligas de tercera división, entonces, podrían coincidir en el futuro cercano. Así como la federación ordenó el panorama en la segunda división se impone que tome alguna medida similar en el espectro de la D-3.

El establecimiento de un nuevo orden

Si bien nunca hubo debate dentro de la federación sobre la cuestión, la Major League Soccer ratifica su condición de única liga de primera división en Estados Unidos. No demasiado tiempo atrás una NASL más belicosa amenazó con llevar el tema a la justicia y reclamar para sí el rótulo de D-1, algo que finalmente jamás ocurrió.

Más que nunca, la articulación del fútbol profesional en Estados Unidos estará en sintonía con la liga comandada por Don Garber. Con la USL -la competición en la que participan varios equipos filiales de franquicias de la MLS– como liga de segunda división y con la USL D-3 como nuevo patrón en el tercer escalón, la Major League Soccer se acomoda en el sitial más alto del ordenamiento del fútbol norteamericano. Sin oposición fuerte a la vista. A una distancia abismal de cualquier otro emprendimiento que pretenda hacerle sombra.

Fotografía: Puerto Rico FC ante New York Cosmos, en un partido de la temporada 2017. (Crédito: North American Soccer League | NASL.com)

 

 

 

Expansión II: Las postulaciones de Tampa Bay, Phoenix y Sacramento

SAC REP

Tras hablar de las opciones de Detroit, St. Louis y Nashville, vamos a centrar nuestra atención en otras tres ciudades candidatas a una de las cuatro plazas de expansión que la MLS anunciará próximamente.

Es el turno ahora de ocuparnos de St. Petersburg / Tampa Bay, Phoenix y Sacramento.

 

ST. PETERSBURG / TAMPA BAY

Con Orlando City ya en la MLS y Miami -aparentemente- saliendo de la nebulosa en la que la candidatura estuvo envuelta durante un largo tiempo, los Tampa Bay Rowdies pretenden convertirse en el tercer equipo del estado de Florida en la máxima categoría del fútbol de Estados Unidos.

Bill Edwards, propietario mayoritario del conjunto verde y amarillo, consiguió recientemente el respaldo de los ciudadanos de la ciudad de St. Petersburg para impulsar la candidatura del hoy equipo de la USL para quedarse con uno de los futuros cupos de entrada a la Major League Soccer.

Tampa Bay Rowdies deja la NASL para sumarse a la USL

En una votación especial -de la que participaron algo más de 28.000 contribuyentes- el ‘sí’ a la posibilidad de ampliar y mejorar el Al Lang Stadium se impuso con un 87% de las preferencias. Si la ciudad es elegida por la MLS, Edwards su comprometió a aportar de manera privada los 80 millones de dólares que serían necesarios para convertir a la estructura en un estadio específico con capacidad para 18.000 espectadores. Además, el empresario sería el responsable de abonar los al menos 150 millones de dólares de expansion fee que exigiría la liga como ‘cuota de ingreso’.

Expansión I: Analizamos las candidaturas de Detroit, St. Louis y Nashville

En los últimos días comenzó a cobrar importancia la posibilidad de que la opción de estadio emelesero para Tampa Bay Rowdies no sea el Al Lang, sino que podría ser reemplazado por otra infraestrucura. De acuerdo con el alcalde local –Rick Kriseman– la Major League Soccer estaría interesada en hacer base en el Tropicana Field. Mejor dicho, en el terreno de juego de béisbol que actualmente emplean los Tampa Bay Rays, de la MLB.

El futuro de los Rays no está del todo asegurado, y la franquicia de las Grandes Ligas podría abandonar el lugar. Si decidiera quedarse -incluso- el plan estratégico del equipo podría pasar por instalarse en un nuevo estadio. El Tropicana Field está en el centro de Tampa Bay, en una de las zonas más apetecibles de la ciudad. De momento la Major League Soccer no se ha hecho eco de las declaraciones de Kriseman.

Tampa Bay quiere regresar a la MLS

La primera temporada de la liga -en 1996- tuvo un representante en la zona, el Tampa Bay Mutiny. El equipo en el que jugó Carlos Valderrama sucumbió en las temporadas iniciales de la Major League Soccer y fue liquidado al final de la temporada 2001, junto con el también desaparecido Miami Fusion.

Los Rowdies -ubicados en el onceavo mercado mediático más importante de América del Norte, con una población de alrededor de 3 millones- son los encargados de intentar devolver a esa zona urbana al máximo nivel futbolístico de Estados Unidos. Las estadísticas demográficas establecen que en la actualidad el eje formado por Tampa y St. Petersburg es en la actualidad el mercado estadounidense más importante sin -todavía- equipo en la MLS. ¿Puede ese dato volcar la decisión de la liga en favor del conjunto del estado de Florida?

A dos horas de distancia en automóvil entre una sede y otra,  un equipo en Tampa Bay proveería de manera inmediata un clásico ante ‘los Leones’ de Orlando City. Y la MLS busca sumar más rivalidades regionales a su cartera. Un poco más lejos -aunque siempre dentro de un radio asumible- quedaría Miami. ¿Puede el estado de Florida absorber a tres equipos de la MLS? La pregunta flota en el ambiente. Por ahora, no hay respuesta, pero la casi confirmación de la llegada de MLS Miami -ya sin David Beckham al mando- pone bastante en duda las opciones de los Rowdies.

El día en el que MLS Miami dejó de ser el equipo de David Beckham

 

PHOENIX

Otro equipo de la USL -la exliga de tercera división, que hoy comparte al rótulo de segunda junto a la NASL– que aspira a llegar próximamente a la MLS es el Phoenix Rising. Desde el estado de Arizona -acostumbrado a grandes eventos del fútbol internacional, aunque virgen en el soccer de primera división- el club que recientemente incorporó a Didier Drogba como futbolista estrella y propietario parcial se abre camino en la disputa por uno de los cupos de acceso a la Major League Soccer.

Bienvenidos a Drogbaland, Arizona

El equipo de Phoenix es otro de los que apuntan alto. Su complejo deportivo cuenta con un estadio con capacidad para 6.200 aficionados, además de un terreno «con una dimensión suficiente para construir campos de entrenamiento y un soccer-specific stadium para 20.000 espectadores, que sería financiado de manera privada por Phoenix Rising FC y que podría comenzar a ser construido días después de recibir la aprobación de la Major League Soccer«, según reza un comunicado emitido en conjunto por el equipo y la liga tras la visita del vicecomisionado Mark Abbott.

Todo pasa al mismo tiempo en Phoenix. Casi en la misma maniobra el club contrató a Drogba, presentó su candidatura para quedarse con una plaza en la MLS y vio que el técnico Frank Yallop cantaba las hurras. ¿Tuvo que ver la salida del entrenador canadiense -con antecedentes en la MLS en equipos como LA Galaxy, Chicago Fire y San Jose Earthquakes– con la llegada de la figura marfileña? Nadie se atreve a afirmarlo de manera rotunda, pero la duda está instalada.

Una candidatura preparada

La candidatura de Phoenix carece de los problemas que han tenido las iniciativas que han tenido o tienen las ciudades de St. Louis o San Diego, por mencionar dos ejemplos. El equipo del estado de Arizona no tiene ningún problema -económico o legal-administrativo- para comenzar a construir de inmediato un soccer-specific stadium apto para competir en la Major League Soccer.

Phoenix Rising FC -su estadio, oficinas centrales y complejo de entrenamiento- está ubicado en un amplio terreno dentro de la Comunidad India de Salt River Pima-Maricopa. No se trata de un lugar céntrico, pero sí cerca de un lugar de moda, próximo al campus de la Arizona State University, lleno de restaurantes y centros de ocio y entretenimiento.

Además, el club cerró en mayo un acuerdo con el banco de inversión Goldman Sachs -que recientemente estructuró el plan de inversión del Banc of California Stadium de Los Angeles FC y el Audi Field del D.C. United.

 

SACRAMENTO

Dentro del curso de aspirantes a quedarse con una de las futuras franquicias de la Major League Soccer, Sacramento es ‘la alumna perfecta’. Ninguna otra candidatura hizo tanto como la capital de California para entrar al circuito. Pocos tienen dudas de que estará entre las reconocidas por la liga al final de este proceso de expansión.

Muy recientemente el comisionado Don Garber mencionó a Sacramento dentro del grupo de candidaturas que «realmente se han energizado» en los últimos meses, junto con Nashville, Cincinnati y Detroit.

Imágenes del proyectado estado de Sacramento Republic

La ciudad demuestra día a día su deseo de entrar a la liga. El Sacramento Republic -el club de la USL que impulsa la candidatura- inició las obras previas a la construcción de su estadio específico a fines de julio, antes de que la MLS se pronuncie de manera definitiva sobre las dos primeras ciudades seleccionadas antes del final de 2017.

En el norte de California todo es optimismo. El grupo inversor tiene un sólido respaldo financiero. De alguna manera el estadio ya está en construcción. En más de un sentido Sacramento saca enorme distancia sobre otras candidatas.

Sacramento, la perfecta franquicia suplente

No estamos frente a uno de los mayores mercados de América del Norte, pero sí ante una ciudad de un alto nivel adquisitivo. A nivel de la USL, el Republic tiene una excelente respuesta de parte de la afición local. Todo está dado para que la MLS anuncie más temprano que tarde que Sacramento -la perfecta ‘franquicia suplente’ durante más de dos temporadas- es una titular más de la liga.

Fotografía: Sacramento Republic FC inició las obras preparatorias para la construcción de su estadio específico. (Crédito: Sacramento Republic FC)

La NASL comienza la temporada 2017 con el objetivo de subsistir

NASL

Superada (¿superada?) la crisis institucional que casi pone fin a su existencia la North American Soccer League arranca la temporada 2017 con el objetivo inmediato de crecer para no perder su condición de liga de segunda división en Estados Unidos.

Tras la debacle del año pasado la NASL comienza el curso de este año con un total de ocho equipos: New York Cosmos, North Carolina FC (el exCarolina RailHawks), Jacksonville Armada, Miami FC, Indy Eleven, Puerto Rico FC, FC Edmonton y San Francisco Deltas -un nuevo club que debuta este año en la liga-.

Para seguir siendo en 2018 un torneo de segunda categoría la North American Soccer League está obligada a sumar cuatro conjuntos nuevos antes del inicio de la próxima temporada. La federación estadounidense mantuvo al torneo en cuidados intensivos y le da un año para recuperar el cupo mínimo establecido por el orden reglamentario.

De acuerdo con el periódico británico The Guardian tres grupos inversores anunciarán en abril su intención de ingresar a la NASL, que este fin de semana da comienzo a su curso 2017. Los rumores hablan de que estos nuevos equipos estarían ubicados en el sur del estado de California, en Atlanta y en Chicago.

Mientras todo esto ocurre la liga es gerenciada por una dirección provisoria, encabezada por el comisionado interino Rishi Sehgal, que figura entre los candidatos a quedarse con ese cargo de manera definitiva.

 

Además, el miércoles la NASL anunció nuevos acuerdos de difusión por televisión con las cadenas beIN Sports e ESPN3.

Pese a estas buenas noticias, la NASL -que comparte de manera provisoria el sello de ‘segunda división’ con la USL en 2017- se mantiene en una situación delicadísima. De los doce equipos que participaron el año pasado de la liga muchos de ellos se mudaron a otras ligas o -directamente- cesaron sus actividades.

Minnesota United es ahora un equipo de la MLS, Tampa Bay Rowdies y Ottawa Fury decidieron afiliarse a la USL, mientras que Fort Lauderdale Strikers y Rayo OKC dejaron de existir. Y dentro del octeto actual de integrantes de la NASL Indy Eleven y North Carolina FC son dos de los doce candidatos a convertirse en equipos de la Major League Soccer en el futuro.

La North American Soccer League busca redefinir su identidad dentro del fútbol profesional estadounidense frente a dos productos potentes, como son la USL y la MLS. En ese ámbito a la vapuleada competición le tocará competir contra sus ‘rivales’ y contra sí misma y los malísimos antecedentes que sentó en los dos últimos años.

La NASL comienza el sábado con tres partidos:

  • North Carolina FC vs Miami FC
  • Puerto Rico FC vs New York Cosmos
  • San Francisco Deltas vs Indy Eleven

 

Fotografía: San Francisco Deltas, el nuevo equipo de la NASL en la temporada 2017. (Crédito: Facebook | North American Soccer League)

Un 2017 con dos ligas de segunda división en Estados Unidos

logos-juntosUna solución que no satisface plenamente a nadie. Pero que -de momento- no cancela las opciones de subsistencia o crecimiento de las partes involucradas. La federación de Estados Unidos acaba de resolver que durante la temporada 2017 existirán dos ligas de segunda división, mientras que el estatus de tercera división quedará vacante hasta 2018.

En otras palabras, la NASL -que hasta fines de 2016 era oficialmente reconocida como Division II– mantiene hasta el 31 de diciembre de manera provisional esa condición. y la USL -hasta el año pasado oficialmente la liga de tercera categoría- ‘sube’ de manera temporal al segundo escalón de la pirámide del fútbol estadounidense.

El Cosmos y la NASL, ¿salvados por la campana?

La desfalleciente North American Soccer League recibió la noticia con alegría. El hecho de poder conservar el sello de ‘segunda división’ le permite recuperar a su mayor patrimonio, el New York Cosmos, y con ello reunir el mínimo de 8 equipos que la federación le exigía para funcionar en 2017. La liga tiene por delante el durísimo reto de conseguir que nuevos clubes se sumen a su circuito en esta temporada, tras la sangría y el éxodo de participantes que vivió en tiempos recientes.

La United Soccer League también está contenta. Al menos de manera provisional consiguió lo que se propuso, ser una liga de segunda división. El torneo que ya congrega a una treintena de equipos deberá demostrar que merece más que la NASL la posibilidad de estar inmediatamente por debajo de la MLS.

¿Qué juega en contra de la USL?

– Una buena parte de los equipos que participan de su circuito son filiales directos de clubes de la MLS (New York Red Bulls II, Orlando City B o Portland Timbers 2 son algunos de esos ejemplos).

– Muchos de los clubes de la United Soccer League -se traten o no de filiales- no cuentan con los requisitos mínimos para participar de una liga de segunda división. O sea, los estadios en los que juegan no tienen la capacidad mínima requerida, las canchas de esas instalaciones no reúnen la condiciones o dimensiones exigidas por la FIFA, o sus cuerpos técnicos no cuentan con la titulación necesaria para poder desempeñarse en una liga de segunda división. Alrededor de una decena de los actuales equipos de la USL se encuentran en esa situación.

¿Cuáles son las carencias de la NASL?

– A la North American Soccer League le faltan equipos. La federación local establece que una liga de segunda división debe contar con un mínimo de 12 participantes. De cara a 2017 a la NASL se le permitirá competir con un mínimo de 8 clubes, pero está forzada a encontrar ‘sangre nueva’ para intentar alcanzar una docena de integrantes de cara al próximo año.

– Más allá de que una nueva directiva de la liga (algo que parece estar en camino) logre convencer a nuevos actores, la NASL atraviesa por una grave crisis de confianza interna y externa. A la debacle económica y casi disolución del Cosmos se suma la reciente incorporación de clubes que no estaban preparados para afrontar el peso económico de la competición (como el Rayo OKC) y la fuga de equipos fuertes y estables, como Tampa Bay Rowdies. ¿Quién va a creer en la NASL? Y, más importante quizás, ¿quién va a querer invertir en la NASL?

***

Ambas ligas tienen un año para intentar ponerse al día y enmendar sus fallas. Parece improbable que las dos consigan satisfacer todas las exigencias federativas en apenas una temporada. Al final de este curso la U.S. Soccer deberá volver al punto de partida y evaluar cuánto han hecho la USL y la NASL para acercarse al ideal de lo que debería ser una liga nacional de segunda división en un país de la extensión y la diversidad de Estados Unidos.

Imagen: NASL / USL