Sin Mundial, ‘Team USA’ podría organizar un torneo internacional en 2018

TEAM USA

De acuerdo con fuentes consultadas por la cadena ESPN, la federación de Estados Unidos y Soccer United Marketing -la empresa comercial de la Major League Soccer- estarían analizando la posibilidad de albergar una serie de partidos amistosos o un torneo del que participarían un grupo de selecciones que no clasificaron a la Copa del Mundo del año próximo.

Esas mismas fuentes aseguran que las conversaciones entre la U.S. Soccer y SUM estarían en su etapa inicial, por lo que todavía se desconoce si lo que se llevará a cabo es un torneo en sí o simplemente una serie de encuentros amistosos.

Los primeros rumores hablan de una cita internacional que se jugaría antes de Rusia 2018, y de la que participarían -entre otras- las selecciones de Estados Unidos, Italia, Holanda y Chile, todos equipos nacionales que no alcanzaron la meta de clasificar al Mundial.

Fotografía: La joven selección de Estados Unidos que el martes igualó 1-1 en un amistoso frente a Portugal. (Twitter | @ussoccer)

 

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Miguel Herrera no descarta entrenar a Chicago Fire

Miguel-Herrera

La exclusiva es de la web del periódico Vívelo Hoy de la ciudad de Chicago. Miguel Herrera por primera vez manifiesta interés en entrenar en la Major League Soccer, concretamente al Fire.

«No descarto la posibilidad de trabajar allí y demostrar que tengo la capacidad para hacerlo. Hemos entregado resultados donde hemos ido y no descarto esa posibilidad», expresó el exseleccionador del Tri.

«Yo no he recibido ningún llamado de nadie, pero sería muy bueno porque la MLS es una liga que ha ido creciendo enormemente. Los equipos son muy buenos y ni hablar de la ciudad de Chicago, donde hay muchos compatriotas allí. Sé que han habido cambios y buscan posicionarse en los primeros lugares y revertir la situación. De momento yo estoy aquí tranquilo en México.»

‘El Piojo’ asegura que en la Liga MX y en Asia también existe interés en sus servicios. «Ya han empezado a llegar acercamientos de algunos equipos. En México no puedo dirigir hasta diciembre y además tengo ofrecimientos para dirigir en Arabia (sic). Pero estoy en México tranquilo, pensando bien con la familia qué es lo que vamos hacer y esperando oír las propuestas que puedan llegar.»

Antes del cierre de una pésima campaña en 2015 la directiva de Chicago Fire despidió días atrás al entrenador Frank Yallop. El encargado de enderezar el rumbo del club es Nelson Rodríguez. «Lo conozco. Estuvo en las Chivas USA, ha estado involucrado con la MLS mucho tiempo y también lo vi con SUM en mi etapa con la selección mexicana. Pero no ha habido ningún acercamiento con nadie», aseguró Herrera.

«Siempre que un entrenador llega a un equipo es porque hay una crisis. Los cambios se producen en tiempos de crisis. En Chicago se ha dado un vuelco porque la gerencia que ha llegado con Nelson y el técnico que ha salido y están buscando revertir todo esto. Me motiva llegar a un equipo así para demostrar que tienes la capacidad para revertir las cosas, sacarlo de los últimos lugares para meterlo otra vez en los playoffs y buscar por supuesto el título.»

 

Expansión: San Antonio busca inversores

san-antonio-scorpions-estadio

No es la primera vez que aquí en Jugador Franquicia hablamos de San Antonio como potencial destino de expansión. La ciudad texana tiene en su actual equipo de segunda división, los Scorpions, un proyecto interesante que conjuga buenos números de convocatoria e infraestructura propia como para dar el salto a la división mayor.  Sin embargo, con equipos en Atlanta, Minnesota, Los Angeles y Miami ya confirmados, y con Sacramento muy bien perfilado para hacerse con una plaza, la Ciudad del Álamo parece haber quedado relegada a un segundo plano.

Es por eso que el dueño de la institución, Gordon Hartman, decidió abrir el juego a otros inversores para tratar de potenciar la candidatura emelesera. La ultima iniciativa en ese sentido sería la de vender su estadio, con dos principales interesados: el gobierno de la ciudad y los San Antonio Spurs. De acuerdo con el San Antonio Express-News, las negociaciones marchan a ritmo lento, principalmente por las diferencias de precio entre la parte que vende, que busca una cifra en torno a los 30 millones de dolares, y la que desea comprar, que ofrecería unos U$S 15.000.000.

Otro factor de peso en las negociaciones con las autoridades es la incertidumbre con respecto a si la liga otorgará o no un equipo. Kevin Wolff, funcionario local, reconoce lo complicado de la situación. «Queremos saber si vamos a obtener un equipo de la MLS si compramos el estadio, pero no podemos atraer inversores para el equipo a menos que obtengamos el estadio» dijo en declaraciones al medio.

Desde la ciudad están alentando la llegada de nuevos inversores para poder hacerle frente tanto a los costos de expansión (en torno a los 100 millones de dolares) como a las remodelaciones que necesitaría el Toyota Field para estar en condiciones de albergar partidos de la MLS. Hartman estaría buscando vender un porcentaje o la totalidad del club, en parte por no estar en condiciones de llevar adelante por sus propios medios la puja por la expansión, y además para poder dedicarse de lleno a Morgan’s Wonderland, el parque de diversiones adaptado al que se destinan todas las ganancias generadas por los Scorpions.

El rol que jugará San Antonio Spurs en esta iniciativa es por ahora un misterio, aunque lo más probable es que sea como socio minoritario, similar a la participación del Sacramento Kings en la candidatura del Republic. Además, según el Express-News, el equipo de la NBA tiene los derechos para una franquicia de la USL en la ciudad, por lo que la franquicia basquetbolística podría gestionar un futuro equipo filial.

Si será o no suficiente esto para garantizar la plaza #24 (o #25, si Miami logra poner la casa en orden) será cuestión de tiempo para saberlo. Lo cierto es que a medida que pase el tiempo, más complejo será para la ciudad texana hacerse de un lugar, dado constantemente aparecen nuevas postulantes, como Cincinnati, Charlotte y St. Louis; todas ellos con equipos establecidos o franquicias por debutar en la USL y que ya han manifestado publicamente sus ganas de dar el salto.

La tortuosa relación entre Joseph Blatter y la MLS

Blatter

El vínculo entre Joseph Blatter y la MLS nunca fue sencillo. El renunciado (aunque todavía activo) presidente de FIFA parece haber tenido siempre a mano una lista de duros reclamos hacia la liga americano-canadiese. Y jamás le ha faltado oportunidad para hacer que sus críticas lleguen con toda la amplitud posible a los responsables del torneo.

La Major League Soccer -una competición construida y dirigida por grandes inversores- no ha dado espacio a los grandes homenajes en vida que sí han sido frecuentes para el veterano directivo en otras regiones del mundo, donde estadios, salas de conferencia y hasta alguna cátedra universitaria llevaron (llevan) su nombre. Mucho menos ha permitido que Blatter y FIFA se entrometan en el negocio que la hoy floreciente liga ha conseguido generar.

Varias son las especulaciones que sobre este tema se pueden establecer. Pero parece claro que la MLS jamás fue la liga preferida de Blatter.

En primer lugar, porque la Division I norteamericana no sigue el mal llamado calendario internacional de la FIFA, que es la norma para las ligas europeas. En 2009, dos años después del arribo de David Beckham a la MLS, Joseph Blatter hizo un enérgico llamado para que la categoría principal de Canadá y Estados Unidos se articulara en una liga que se extendiera de agosto a febrero.

El suizo opinaba por ese entonces que la Major League Soccer estaba demasiado atada a la infraestructura de otras grandes ligas. «Hay un problema muy grande allí, y ellos lo saben. Los organizadores saben que mientras no tengan sus propios estadios tienen que usar los de otro deporte, como el football americano. Con una temporada entre marzo y octubre no estás dentro de la llamada ‘buena temporada internacional’. El resultado es que no conseguirán atraer a jugadores estelares de Europa para jugar por solamente seis o siete meses, salvo el caso excepcional de Beckham.»

«Los mejores jugadores (de Estados Unidos) actúan en Europa», señaló Blatter durante la Copa Confederaciones de 2009. «Tomas a sus 23 jugadores y la mayoría de ellos juega en Europa, o sea que esta no es la solución adecuada para la MLS.»

El máximo jerarca del fútbol a nivel mundial describió en 2009 una situación bastante desfasada, fuera de tiempo. El cuadro que pintó el todavía presidente en ejercicio de la federación internacional correspondía más a la realidad imperante en la segunda mitad de los noventa que al final de la primera década del siglo XXI.

Cuando FIFA concedió a Estados Unidos la posibilidad de organizar la Copa del Mundo de 1994 creó un listado de exigencias. Una de ellas -tal vez la más importante- era la de crear una liga de fútbol profesional de primera división. Tras la debacle financiera de la primera versión de la North American Soccer League, llegó el turno de la Major League Soccer, que vivió su temporada inaugural dos años después de ese Mundial.

En sus primeras temporadas de existencia la MLS utilizó estadios e instalaciones deportivas de universidades y equipos profesionales de football americano y béisbol. Además, la liga se apartó de manera notable de las normas de la International Board con la intención de americanizar al soccer. Así, los partidos que finalizaban en empate eran definidos por penales, y el tiempo de los encuentros se medía con un reloj en cuenta regresiva, al mejor estilo de la NFL y la NBA.

Claramente, la MLS era por ese entonces una oveja negra en el ámbito del fútbol internacional, tolerada por CONCACAF y FIFA. En 1999 la directiva de la liga decidió regresar a las normas tradicionales y dio un paso importante hacia su consolidación definitiva en América del Norte con la construcción del primer soccer-specific stadium. El proceso de crecimiento de la Major League Soccer va desde ese entonces estrechamente ligado a la creación de los estadios específicos, que permitieron la independencia con respecto a las instalaciones preparadas para otros deportes y la generación de recursos propios.

Por eso el reclamo de Blatter en 2009 sobre la pretendida falta de infraestructura propia en la Major League Soccer fue bastante caprichoso. En 2010 la liga contaba con 16 equipos, 11 de los cuales jugaban como locales en estadios específicos. La temporada 2015 incluye a 20 franquicias, 15 de las cuales cuentan con un SSS. El año próximo, con la misma cantidad de clubes, los estadios específicos serán 16, luego de la inauguración del Orlando City Stadium.

Tampoco estuvo acertado el presidente de FIFA en cuanto a su pronóstico de que -de no mediar un cambio de calendario- no llegarían figuras internacionales a la MLS. En 2010 Thierry Henry firmó con New York Red Bulls, Freddie Ljungberg con Seattle Sounders, y Cuauhtémoc Blanco con Chicago Fire. La cantidad de estrellas latinoamericanas y europeas que recalan en la Major League Soccer va en aumento. En 2015 se han incorporado, entre otras, figuras del tamaño de Sebastian Giovinco (Toronto FC), David Villa (New York City FC) y Kaká (Orlando City SC). A falta de nuevos anuncios, en las próximas semanas llegarán los ingleses Frank Lampard (New York City FC) y Steven Gerrard (Los Angeles Galaxy).

Y una importante porción de los titulares habituales de la selección de Estados Unidos han regresado o han fichado por algún equipo de la MLS en las últimas dos temporadas. El caso más reciente es el de Jozy Altidore, actual Jugador Franquicia de Toronto FC.

Pese a que el presidente de FIFA no lo reconoce de manera pública la máxima categoría de Canadá y Estados Unidos se puso al día en materia de estadios. Y su calendario ‘a contramano’ del fútbol europeo no ha sido óbice para que la Major League Soccer haya conseguido acoger a varios futbolistas relevantes de los torneos que se disputan en territorio de la UEFA.

«Tienen que jugar y adaptarse al calendario internacional. Si lo hacen, pueden tener éxito. Lo dije muchas veces. Y hablé sobre esto cuando todavía era secretario general de FIFA, y nada ha cambiado en Estados Unidos», insiste desde hace años Sepp BlatterSi bien en 2014 Don Garber -comisionado de la MLS– explicó que él y sus colaboradores estudiaron la posibilidad de incorporar un calendario ‘a la europea’ con un par de períodos de receso, el proyecto fue dejado de lado por tiempo indeterminado.

Varios de los actuales mercados de la liga (las tres ciudades canadienses presentes en la MLS, Chicago, New York, Boston, entre otras sedes) hacen muy complicada -por no decir imposible- la práctica del fútbol en estadios al aire libre entre los primeros días de diciembre y el inicio de marzo. Pero el clima no es la única barrera que la Major League Soccer no puede -y seguramente no quiere- romper.

El actual formato de temporada regular (desde inicios de marzo a finales de octubre) otorga una ventana mediática difícil de igualar. Gran parte de la liga -la fracción más importante, con toda seguridad- se lleva a cabo desde el final de la primavera y el inicio del otoño. No solamente eso es sinónimo de buen tiempo, sino de poca competición con otras actividades deportivas. De hecho, la única competición real en los estadios y en las pantallas de TV es la MLB, las Grandes Ligas de béisbol (un torneo con una popularidad decreciente en varios estratos de la sociedad norteamericana).

De adoptar el calendario internacional de FIFA la Major League Soccer tendría que enfrentar una competencia mucho más potente durante todo el año. Concretamente, el baloncesto y el football universitarios, la NFL, la NBA y la NHL (sin dejar de lado a las grandes competiciones de fútbol en Europa y América Latina). Alinearse con el fixture europeo significaría para la MLS perder la actual ventana mediática que acaba de conquistar.

La liga estrenó este año nuevos convenios de TV. Los mismos -en una situación sin precedentes- permiten que uno o dos partidos se vean cada viernes por la noche a nivel nacional a través de las cadenas de Univision, y que dos o tres encuentros se vean cada domingo en todo el país gracias a las transmisiones de ESPN y Fox Sports. La liga -que batalló durante años por tener un lugar ‘fijo’ en la televisión para sus partidos- no parece dispuesta a cambiar el actual estado de las cosas, ni siquiera a instancias de un pedido de FIFA.

El segundo punto de conflicto entre el presidente de FIFA y la liga aparece cada vez que Joseph Blatter se refiere al nivel de popularidad de la Major League Soccer. En 2012 el hoy cuestionado líder del fútbol mundial concedió una entrevista a Al Jazeera TV. Durante la misma el mandatario se despachó a gusto. «Pensé que era una cuestión de tiempo — hicimos allí la Copa del Mundo en 1994. La MLS ya tiene 18 años, así que eso ya debería haber pasado. Pero todavía le cuesta trabajo ser un torneo popular. No existe una liga profesional demasiado fuerte (en Estados Unidos). Apenas tienen la Major League Soccer, pero no tienen ligas profesionales reconocidas por la sociedad americana.»

Una vez más, Blatter vuelve a pecar por ignorante. O, quizás, por malintencionado. El veterano ejecutivo desconoce u oculta el innegable crecimiento que la ‘primera división’ del fútbol norteamericano evidencia, especialmente en los últimos diez años.

La Major League Soccer es hoy tan popular como la Major League Baseball entre los adolescentes de Estados Unidos. Un país que fue el segundo a nivel mundial en ventas del videogame FIFA 14; una gran parte de sus usuarios prefiere jugar con equipos de la MLS antes que con clubes de otras partes del mundo. Y la temporada 2014 arrojó un promedio general de casi 20.000 espectadores por partido, una cifra nada despreciable en comparación con los registros europeos y sudamericanos.

La declaración de Blatter, además, pasa por alto la existencia de la NASL y la USL (consideradas como la segunda y tercera división, respectivamente, en Estados Unidos y Canadá). Podrán gustar más o menos las realidades de estas competiciones, pero lo que el mandamás de FIFA no debería hacer es obviar la existencia de ambas en un medio de comunicación de alcance mundial.

Todo indica que Blatter no está demasiado interesado en la evolución del soccer profesional en Estados Unidos. El directivo no visita el país desde 2011, pese a que la Unión tal vez hoy sea el mayor mercado en expansión desde lo comercial para el fútbol a nivel mundial. Antes de las detenciones de algunos de sus colaboradores más próximos prometió estar presente para la Copa América Centenario de 2016, un torneo de selecciones que, como la máxima plana de FIFA, parece estar disolviéndose en medio de la polémica y las investigaciones policíacas y judiciales.

Ni FIFA ni sus máximos responsables han cuestionado jamás que el torneo de primera división de Brasil se dispute entre mayo y diciembre. Tampoco se han preocupado por el hecho de que la apertura del mercado estival en Europa haya dejado en más de una ocasión a muchos equipos diezmados dentro de la Série A de la máxima potencia sudamericana. Algo más al sur, en Argentina, la nueva liga se lleva a cabo entre febrero y diciembre. A partir de este año, con tres decenas de equipos participantes, luego de un ascenso masivo de 10 clubes a fines de 2014. La jerarquía de la federación internacional cuestionó o cuestiona estas situaciones. ¿Por qué sí lo hacen -especialmente en el caso de su presidente- con la Major League Soccer?

En contra de la realidad, en contra de las posibilidades razonables y de la conveniencia mediática y económica de la MLS, Joseph Blatter se mantiene en su posición hostil ante la más importante liga profesional en Norteamérica. En un movimiento todavía no debidamente explicado el presidente de FIFA aseguró en agosto de 2014 que la MLS había decidido adoptar el ‘calendario europeo’. La explosiva declaración, rápidamente desmentida por la liga, se produjo en Toronto; las palabras textuales del presidente fueron: «la MLS ha tomado la decisión — aunque no se cuándo comenzarán — de adoptar el calendario FIFA».

¿Qué intereses defienden Blatter y la FIFA en este tema? Definitivamente, no los de la Major League Soccer. La primera división y SUM -su empresa comercial- son actores muy importantes dentro de la explosión de popularidad de la que el fútbol goza en este momento en Estados Unidos, sin demérito por lo aportado por otras ligas, las distintas selecciones nacionales y de los innumerables amistosos internacionales que cada año se disputan en el territorio nacional.

Cada vez que le ha sido posible (aunque no siempre lo ha conseguido) la MLS ha dejado de programar una fecha de su competición local durante una ‘jornada FIFA’. Durante la Copa del Mundo de Brasil la liga realizó un receso de dos semanas para otorgarle máxima visibilidad al evento internacional. Son señales de que, incluso con algún grado de resistencia, los responsables de la Major League Soccer se han mostrado dispuestos a tender puentes con Zurich. Pero, al menos durante la ‘era Blatter‘, esas declaraciones de buena voluntad fueron respondidas con desprecio y hostigamiento de parte del organismo rector del fútbol a nivel mundial.

El jefe del fútbol universal comienza su salida de escena con una estela de situaciones cuestionables, no debidamente aclaradas, sobre sus espaldas. Dentro de las muchas cosas poco entendibles que FIFA ha hecho en años recientes seguramente están la persecución, la poca valoración y la falta de reconocimiento de la que ha sido objeto la Major League Soccer, un torneo que -literalmente- nació de la nada hace veinte años y hoy es un actor de considerable importancia dentro del continente americano.

 

El as en la manga de San Antonio

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Detrás de Los Angeles Galaxy está AEG, probablemente la productora de espectáculos y entretenimiento más importante del mundo. El soporte técnico y financiero de New York City FC es el Manchester City y los petrodólares que fluyen desde Abu Dhabi. Toronto FC -el equipo que realizó las contrataciones más onerosas en las dos últimas temporadas- es parte de Maple Leaf Sports & Entertainment, la empresa propietaria de Toronto Raptors y Toronto Maple Leafs. Casi la totalidad de franquicias de la Major League Soccer cuentan con el apoyo técnico o el endorsement de empresas y/o particulares de relevancia en la industria deportiva global.

El casillero de la MLS no está completo. La liga sostiene que quiere llegar a la temporada 2020 con una competición integrada por 24 equipos. A los veinte franquicias que participarán del torneo este año, en 2017 se sumarán el segundo club de la ciudad de Los Angeles (que sustituirá a Chivas USA) y el representante de Atlanta.

El por ahora tambaleante equipo de David Beckham en Miami -que después de un año no ha conseguido un lugar donde construir el estadio que le exige la liga- y la plaza para la franquicia #24 (en este momento, una carrera que parece únicamente reservada para las propuestas de Sacramento y Minneapolis) constituyen el territorio por definir dentro del mapa que la MLS quiere tener a finales de esta década. Dentro de ese territorio todavía sin demarcar la ciudad texana de San Antonio aguarda al acecho, con un inesperado as en la manga.

El equipo de San Antonio Scorpions -ganador del Soccer Bowl de la NASL en 2014- planea desde hace tiempo dar el salto hacia la máxima categoría de Estados Unidos y Canadá. El club cuenta con un sólido apoyo popular y empresarial dentro de su área de influencia. Y en las última horas sumó el respaldo de uno de los actores más importantes dentro del fútbol norteamericano.

De acuerdo con el periódico San Antonio Express-News el presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Justino Compeán, envió una carta a Don Garber -comisionado de la Major League Soccer- en la que respalda abiertamente la posibilidad de que los Scorpions lleguen a la primera división.

“La ciudad cuenta con la infraestructura, los recursos y la diversidad que hacen de San Antonio un lugar ideal para la expansión de la MLS», escribió Compeán. “Me complace que estos líderes locales hayan iniciado este esfuerzo para llevar el fútbol profesional a San Antonio y espero tenerlos como socios.»

La FEMEXFUT es socia de la Major League Soccer (a través de la empresa SUM) en más de un negocio en conjunto. El más importante de ellos es el de los partidos amistosos a estadio lleno que el Tri lleva a cabo varias veces por temporada y desde hace años en Estados Unidos. Justino Compeán -además de ser el titular de la federación más importante del área- es una de las personas más influyentes dentro de CONCACAF.

Pocas ciudades estadounidenses mantienen un lazo cultural y económico tan fuerte con México como San Antonio. La iniciativa de Compeán sorprende, quizás, pero tiene bastante lógica. Sus contactos institucionales y empresariales son un asset que Don Garber y el cuerpo de gobernadores de la MLS podrían tomar seriamente en cuenta a la hora de decidir su próxima expansión.