Con el inicio de una nueva era, D.C. United dice adiós al RFK Stadium

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Este domingo se cerrará la temporada regular de la MLS 2017, y con ella se va un grande de la liga, que estuvo desde el inicio de la misma y en el que se vivieron algunos de los primeros momentos de gloria de la competición norteamericana.

El RFK Stadium -oficialmente denominado Robert F. Kennedy Memorial Stadium-, la enorme casa que el D.C. United ha empleado en sus primeros 22 años de historia en la Major League Soccer, será empleado de manera oficial por última vez ante el máximo rival histórico del conjunto capitalino, New York Red Bulls.

Será el fin de una era. El conjunto black-and-red se mudará en 2018 al Audi Field, el estadio específico que construye en el barrio de Buzzard Point, muy cercano al Capitolio y a la zona noble de Washington, D.C..

El complejo estará listo para ser usado a mediados del año próximo, pero eso no implica que la franquicia fundadora de la MLS jugará en el RFK hasta pocos días antes de poder abrir su nueva casa, sino que -previsiblemente- jugará una buena cantidad de partidos como visitante antes de instalarse en la moderna infraestructura.

Al no haber clasificado a los Playoffs en 2017 -la campaña de D.C. United ha sido francamente mala este año- el trayecto del equipo este año se detiene el domingo. Y con él, el vetusto RFK Stadium -aunque técnicamente no es tan viejo, fue inagurado 56 años atrás- pasará a ser parte de la memoria.

Allí se jugaron partidos de béisbol y de football americano. Pero el soccer -tanto el de la MLS como el de la selección de Estados Unidos, que se presentó en el estadio circular en múltiples ocasiones- ocupa un lugar importantísimo en su vida. Fue en el RFK Stadium donde se forjó el que fue el primer gran equipo de la primera división, el D.C. United que ganó los títulos de 1996, 1997 y 1999 en los albores del campeonato norteamericano.

Antes -mucho antes- de que en la liga estadounidense se vivieran fenómenos de enorme popularidad y arraigo popular como los que se registran en Seattle, Portland o Atlanta, primero estuvo D.C. United y su fiel masa de seguidores, que tuvo un gran impulso de parte de aficionados salvadoreños y bolivianos.

El RFK -que no será demolido de manera inmediata, aunque a medio término el gobierno municipal de la capital estadounidense planea construir en su lugar otras instalaciones- se va. Un lugar de otra época, que podría haber seguido activo si periódicamente hubiera recibido actualizaciones que jamás llegaron. Hoy -descascarado, despintado, con una tecnología que con suerte nos deja en la década de los ochenta- quedó muy lejos de los estadios específicos que imperan, son ley y, en gran medida, hacen crecer a la MLS.

Una parte de historia grande de la MLS quedará atrás el domingo. Cuarenta mil aficionados -una cifra completamente inusual en épocas recientes- serán protagonistas de la despedida y homenaje a la auténtica cuna de la concepción moderna de la cultura futbolera en Estados Unidos.

Fotografía: La cuenta regresiva hacia el último partido en el RFK Stadium. (Crédito: D.C. United)