
Los resultados de los partidos de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de CONCACAF no podían ser más decepcionantes para la MLS. Un sinsabor previsible, sí. Pronosticado por más de uno, también. Pero que vuelve a poner en evidencia que la entrada de los clubes estadounidenses (y, eventualmente, también los canadienses) en la parte más importante de la Concachampions no se produce en el mejor momento de la temporada.
Ninguno de los representantes de la Major League Soccer consiguió ganar esta semana en sus encuentros ante clubes de la Liga MX. D.C. United cayó por 2-0 frente al Querétaro en el Estadio La Corregidora. Seattle Sounders empató 2-2 con el América en el CenturyLink Field. Real Salt Lake perdió por 2-0 con Tigres en el Volcán. Y un Los Angeles Galaxy con muchas caras nuevas finalizó sin goles en el choque contra Santos Laguna en el StubHub Center.
Tres de los cuatro equipos de la primera división mexicana que todavía están con vida en la Liga de Campeones de CONCACAF se encuentran entre los de mayor presupuesto de todo el continente americano. Planteles como el de Tigres, por ejemplo, -con nóminas varias veces millonarias- están muy lejos de la realidad económica actual de la mayoría de los clubes de la MLS.
Todos los participantes de la máxima categoría norteamericana deben formar un plantel que no supere una inversión anual de 3,5 millones de dólares en sueldos. Solamente los Jugadores Franquicia (tres como máximo por equipo) y algunas de las nuevas contrataciones realizadas con los fondos de asignación especial (TAM, de acuerdo con sus siglas en inglés) puede escapar a esa limitación salarial.
Más importante todavía que la cuestión económica es el problema de la preparación de los clubes norteamericanos. Mientras los conjuntos mexicanos ya han disputado al menos 7 jornadas del Torneo Clausura de la Liga MX, la temporada 2016 de la MLS no comenzará hasta el domingo 6 de marzo.
D.C. United, LA Galaxy, Real Salt Lake y Seattle Sounders están este año en plena pretemporada mientras deben jugar instancias importantes del torneo continental de clubes. Por supuesto, esta no es una situación original, sino que es la que habitualmente (al menos en los últimos años) tienen que afrontar los equipos estadounidenses.
¿Por qué la Major League Soccer no ha comenzado todavía su temporada regular? Una buena razón -la más empleada por los responsables de la liga- es que la mayoría de sus equipos están ubicados en la mitad norte de Estados Unidos y en Canadá. En otros términos, a excepción de San Jose Earthquakes, Los Angeles Galaxy, FC Dallas, Houston Dynamo y Orlando City SC el resto de las franquicias de la MLS están ubicadas en ciudades en las que se viven duras condiciones climáticas durante el invierno.
También es cierto que una temporada regular que se extienda de marzo a octubre permite que la Major League Soccer encaje dentro del actual mapa de los medios (especialmente de la TV) en América del Norte. Más todavía desde que el año pasado la liga disfrutara del primer año de un importante convenio de exclusividad con las cadenas Univision, ESPN y FOX en Estados Unidos.
Desde hace tiempo la Major League Soccer intenta cambiar el calendario de la Liga de Campeones de CONCACAF. «Estamos en desventaja», expresó días atrás el comisionado Don Garber. «Me encantaría que la CONCACAF comprendiera que para la MLS esta competencia es vital y que necesitamos estar en forma cuando llegan los partidos más importantes.»
La CONCACAF está próxima a elegir a su futuro presidente. «Espero que con una nueva conducción (en la Confederación), y tal vez con un mejor entendimiento de lo que sería necesario cambiar para hacer de esta competencia algo más valioso, podamos ser capaces de buscar un formato diferente. Estamos en una clara desventaja y creo que eso perjudica al torneo», agregó el ejecutivo.
Garber se expresó antes de la disputa de los cuatro partidos de esta semana. En ese momento el jefe de la MLS expresó que cualquiera fueran los marcadores de esos juegos la liga de ‘primera división’ de Canadá y Estados Unidos no ser vería afectada.
«Me gustaría ganar, pero no estoy preocupado por eso», avisó el comisionado. «Son eliminatorias duras y complicadas. Pero si ganamos todos estos enfrentamientos no creo que nadie comience a ver a la Major League Soccer de una manera diferente si, en cambio, nuestros equipos ganan solamente un emparejamiento o los pierden todos.»
Fotografía: Seattle Sounders FC