
La NASL está para cosas mayores. Eso creen los máximos responsables de la considerada segunda división del fútbol profesional de Canadá y Estados Unidos. Los mismos que buscan -casi contra reloj- señales de crecimiento que permitan a la versión 2.o de la North American Soccer League afirmarse en ambos países.
La temporada 2014 -de la que participaron diez equipos- terminó con el San Antonio Scorpions FC levantando el trofeo de campeón. Pero, de cara al mundo exterior, la liga no es noticia por su actividad competitiva, sino por la llegada de algunos nombres venerables. Con pocos días de diferencia Raúl fue presentado como nuevo jugador del New York Cosmos, mientras que Ronaldo se unió a Fort Lauderdale Strikers como propietario.
El torneo de este año contó con dos clubes canadienses (FC Edmonton y Ottawa Fury FC) y ocho estadounidenses: Carolina RailHawks, Indy Eleven, Atlanta Silverbacks, Tampa Bay Rowdies, Minnesota United FC, además de Scorpions, Strikers y Cosmos. A partir de 2015 se suma Jacksonville Armada FC, el proyecto argentino de Darío Sala y José Luis Villarreal.
La liga espera poder anunciar en los próximos días su desembarco en la Costa Oeste, donde la NASL todavía no cuenta con representación. “Tenemos tres o cuatro posibilidades bastante cercanas,» aseguró Bill Peterson, comisionado de la NASL, tras la presentación de Raúl. “Intentamos no hablar de ellas hasta que se concrete, pero sí, espero que uno o dos equipos de la Costa Oeste sean anunciados pronto.» Los mercados que estarían siendo analizados son San Francisco, Los Angeles, Orange County y San Diego.
Peterson pretende que la North American Soccer League sea un campeonato de 18 o 20 equipos en 2018. Para conseguirlo la liga necesita expandirse de manera consistente en las próximas temporadas, y Canadá puede convertirse en un buen aliado. La NASL, junto a la federación y a la liga de football americano de ese país, busca crear un torneo de primera división 100% local, asociado a la estructura actual de la liga. Prospere o no esta idea, ya existen contactos entre el despacho del comisionado y un número de grupos empresariales canadienses interesados en tener equipos en el certamen.
Varios mercados mostraron recientemente interés en sumarse a la nueva North American Soccer League. Uno de los más activos es Hartford, en el estado de Connecticut. La ciudad cuenta con el Dillon Stadium, que fue la casa de los Hartford Bicentennials en la NASL original. El estadio tiene capacidad para unos diez mil espectadores, pero necesita ser actualizado, una operación que costaría unos doce millones de dólares. Hartford y su zona de influencia es una plaza codiciada en el ámbito del fútbol estadounidense. Además de tener historia como por sí mismo, fue el lugar en el que Landon Donovan se despidió de la selección, y también fue sede de la Copa Oro 2013.
Miami, donde la MLS y David Beckham no consiguen una ubicación céntrica donde poder construir un estadio específico, es otro de los objetivos de la liga de Division II. “Existe un grupo de inversores, no diré sus nombres, con quienes hemos estado hablando durante meses. Ellos tienen interés en tener un equipo de la NASL en Miami,» dijo Peterson. Queda por demostrar si la proximidad extrema que existe entre Fort Lauderdale y Miami es capaz de generar un clásico o de, por el contrario, dañar la viabilidad de ambos equipos. Las Vegas -otro de los mercados a los que pronto podría llegar la MLS– también está en la lista de la North American Soccer League.
Existe ya un historial de competición territorial entre las distintas ligas. La Major League Soccer está atenta a las historias de éxito en divisiones menos importantes. Varios de los más recientes equipos en expansión de la máxima categoría llegaron desde la USL o la NASL. No por mérito deportivo, sino porque las empresas que los administraban decidieron cambiar de torneo. Como ocurrió en 2012 con Montreal Impact (NASL). Con Portland Timbers (USL-1) y Vancouver Whitecaps (USSF Division 2) en 2011. Y con Seattle Sounders (USL-1) en 2009, por mencionar algunos de los ejemplos recientes.
Dos de los actuales equipos de la NASL intentan convertirse en la franquicia #24 de la MLS. Minnesota United y San Antonio Scorpions apuestan por estar presentes pronto en la primera división. Esta situación, que no es nueva en la conflictiva relación entre ambas ligas, boicotea las posibilidades de expansión de la NASL, que poco puede hacer para evitar la migración de estos clubes.
La mera presencia de la MLS en un mercado ocupado por un equipo de la NASL es conflictiva. Es lo que actualmente ocurre en la ciudad de Atlanta, donde los propietarios del equipo de los Silverbacks creen que el desembarco de una franquicia en expansión de la Major League Soccer en ese mercado puede fulminar sus posibilidades de subsistencia. De hecho, hay informes que indican que el club de la North American Soccer League estaría dispuesto a vender sus instalaciones para instalarse en otra ciudad.
En medio de este panorama extremadamente dinámico, existen tres franquicias que podrían entrar (o volver a entrar) en competición en la NASL bastante pronto:
En palabras del comisionado Peterson la NASL no espera que ninguno de estos tres equipos esté preparado para comenzar a jugar en la liga antes del inicio de 2016.