En más de una ocasión en Jugador Franquicia hemos hablado de los serios problemas por los que atraviesa la NASL, la liga de ‘segunda división’ de Estados Unidos y Canadá. Nadie podrá decir que éste y otros medios advierten desde hace tiempo sobre la situación casi terminal en la que el torneo y muchos de sus equipos participantes están metidos desde hace tiempo.
La condición se agravó de manera contundente en 2016. Problemas económicos serios en un equipo histórico como Fort Lauderdale Strikers. Un virtual escenario de debut y despedida para el filial del Rayo Vallecano en Norteamérica. Y el éxodo de otros clubes. De manera anticipada y ordenada hacia la MLS, como se dio en el caso de Minnesota United. Un poco a la desesperada y de última hora, buscando refugio en una liga en teoría menor, pero mejor administrada -como sucedió con Tampa Bay Rowdies y Ottawa Fury, que en 2017 competirán en la USL, la ‘tercera división’-.
Con apenas una decena de equipos en su circuito la North American Soccer League no podrá mantener por mucho tiempo el sello de Division 2 dentro de la pirámide del fútbol estadounidense. De hecho hay rumores que aseguran que en los primeros días de diciembre ese reconocimiento será quitado a la NASL para que a partir de 2017 lo luzca la United Soccer League, una competición en franco proceso de expansión, que cuenta con más de una treintena de franquicias participantes.
¿Podrá la NASL mantener la condición de ‘segunda división en 2017?
La NASL puede estar a punto de recibir el tiro de gracia en las próximas horas. Empire of Soccer -una web especializada en el fútbol del área triestatal– publicó el lunes un artículo que habla de la grave crisis económica que estaría atravesando New York Cosmos, campeón de tres de las últimas cuatro temporadas y buque insignia de la liga.
El Cosmos no genera dinero y ha perdido visibilidad en un mercado competitivo y dominado por dos equipos que son protagonistas en la MLS: New York City FC y New York Red Bulls. Si 2015 forzó a una reducción importante del presupuesto y las inversiones, la temporada 2016 no hizo más que agravar la situación. De acuerdo con EoS parte del personal administrativo se vio forzado a tomar vacaciones sin goce de sueldo y las perspectivas de que esos empleados regresen a una situación normal es mínima.
Sin un estadio propio y sin acuerdo de alquiler con ninguna instalación en su área de influencia el New York Cosmos no puede vender abonos para la temporada 2017. Mientras otros equipos de la NASL comenzaron en agosto su campaña de recaudación de cara al año próximo el club verdiblanco no registra ingresos. Por si fuera poco varios jugadores del plantel estarían registrando retrasos importantes en el pago de sus sueldos.
Como mínimo, parece complicado imaginar en este punto que el Cosmos pueda competir en 2017 al nivel que nos tiene habituados dentro de una liga de la que es el máximo referente. Los rumores abundan, y hablan desde una reducción enérgica del plantel profesional hasta el cierre completo de la operación del equipo en los próximos días.
Si la North American Soccer League pierde a su equipo más importante gran parte de su atractivo -que no es mucho, conviene decirlo- se diluye. La liga mantiene por estas horas una Junta de Gobernadores, en lenguaje llano, un cónclave entre los propietarios de los equipos y las autoridades de la competición. Muchos creen que si el Cosmos se rompe, la NASL también se rompe de manera irremediable. Y no les faltan argumentos para sostener esa posición.
El actual Cosmos no tiene formalmente nada que ver con el Cosmos que décadas atrás dominara la escena del fútbol norteamericano. Ambas versiones históricas comparten el nombre, los colores y una buena porción de su afición. Pero la conexión se rompe allí.
Pese a ese nexo tan débil el equipo actual tiene cierto tipo de pretensiones. New York Cosmos nunca se consideró un club de segunda división y desde hace años mantiene una batalla dialéctica sobre el valor competitivo de la NASL con respecto a la Major League Soccer. Si la federación degrada a la North American Soccer League al tercer escalón del fútbol profesional será difícil para el Cosmos mantenerse allí.
La liga se ve forzada a encontrar de manera inmediata (o sea, en los próximos días) alguna salida elegante. Ya sea anunciando la llegada de al menos un par de nuevos clubes en 2017 o practicando algún tipo de fusión con la United Soccer League que facilite a sus franquicias mantenerse dentro de una competición más activa y potente.
Pero ni siquiera ese esfuerzo puede ser suficiente para NYC. A nadie escapa que la USL está fuertemente vinculada con la Major League Soccer. De hecho, una gran cantidad de equipos filiales de clubes de la MLS compiten allí. ¿Está dispuesto el Cosmos a jugar dentro de un circuito plenamente integrado con la ‘primera división’, aunque sin opciones de ascenso? Los antecedentes más recientes nos hacen pensar que eso puede ser difícil.
La opción de crear una liga propia, independiente, también aparece como una opción compleja. ¿Cuántos clubes podrían acompañar esa iniciativa del Cosmos? ¿Qué entidad tendrían las franquicias que participen en esa liga? ¿Cómo sería considerada esa competición por la federación estadounidense?
La incertidumbre es completa, tanto para New York Cosmos como para el resto de la NASL. A día de hoy el club de ‘la Gran Manzana’ no hizo el depósito que le permitiría jugar el año próximo. A buen seguro la liga será paciente hasta donde pueda con el conjunto que es ‘la joya de la corona’. Pero los problemas del que fuera el equipo de Pelé y Franz Beckenbauer parece ir más allá de una pasajera falta de liquidez.
Fotografía: New York Cosmos