
La Canadian Premier League es un proyecto que entusiasma a una cada vez menos silenciosa mayoría. Pero que no está libre de incertidumbres y alguna voz crítica.
¿Cómo llevar al fútbol canadiense a otro nivel sin romper lo que hasta ahora ha conseguido al empotrarse dentro del sistema profesional de Estados Unidos? ¿Vale la pena comenzar un camino completamente independiente al de las competiciones supervisadas por la U.S. Soccer? Exploremos algunos de los interrogantes que la CPL plantea antes de ser anunciada de manera oficial.
¿Por qué en lugar de experimentar con un modelo de competición autóctono no se insiste con el aumento de equipos canadiense dentro de ligas profesionales estadounidenses, como la MLS o la NASL?
Las tres franquicias canadienses en la Major League Soccer (Vancouver Whitecaps, Toronto FC y Montreal Impact) pueden ser consideradas como un éxito, tanto en lo económico como en el ámbito del respaldo popular. Lo mismo ocurre con el Ottawa Fury en la North American Soccer League, aunque todavía no pasa lo mismo con FC Edmonton.
De todos modos, cuatro de cinco parece ser una buena relación para medir el suceso de los clubes canadienses en el sistema profesional de la U.S. Soccer. En lugar de la Canadian Premier League muchos aficionados y expertos señalan que preferirían que las presentes y nuevas franquicias canadienses sigan jugando en las ligas de Estados Unidos para -en un plazo prudente- intentar conformar una nueva liga nacional o crear una división o un capítulo canadiense (como alguna vez se pensó en el ámbito de la NASL).
Pero esta visión presenta más de una traba. Como bien se ha explicado en la web Waking The Red el fútbol de Canadá necesita de la aprobación de la federación estadounidense y de la liga profesional en cuestión para colocar a un equipo dentro del circuito.
Es improbable que en lo inmediato la MLS sume a una nueva franquicia en Canadá. Luego de la llegada de equipos en Atlanta, St. Paul, Miami y un segundo club en Los Angeles la liga anunció que agregará a cuatro participantes más, para llevar a 28 el número de sus integrantes. Pero en ningún supuesto aparece el nombre de una ciudad canadiense como probable escenario de expansión en la principal categoría norteamericana.
A buen entendedor, pocas palabras. La Major League Soccer no parece demasiado entusiasmada con la idea de tener más equipos en Canadá, más allá de contar con una fuerte e irrenunciable presencia en las tres principales ciudades del Gran Norte Blanco.
La MLS tampoco estaría dispuesta a cambiar su normativa para obligar a sus equipos a contar con una cuota o porcentaje de futbolistas canadienses en sus planteles.
La NASL, en cambio, sí podría agregar más participantes ubicados al otro lado de la frontera norte en el futuro. Se habla de la posibilidad de agregar 3 o 4 conjuntos de Canadá en las próximas temporadas. ¿Aceptaría la ‘segunda división’ que los equipos con base en ciudades canadienses se obliguen a tener un mínimo de efectivos con ciudadanía del país vecino? No hay ninguna versión oficial u oficiosa sobre este tema todavía.
De cara al desarrollo de los futbolistas locales la inserción de equipos de Canadá en las ligas estadounidenses demostró no ser un método eficaz. Por eso la federación local busca una solución con la creación de la Canadian Premier League.
¿Qué ocurre si la Canadian Premier League es un fracaso?
En esta etapa inicial la CPL no tiene en cuenta a los equipos canadienses que juegan en la MLS o en la NASL. Lo que se proyecta es una competición completamente independiente de las estructuras del fútbol de Estados Unidos.
Un hipotético fracaso de la Canadian Premier League -por ende- no afectaría en lo más mínimo a las franquicias de Canadá en las dos principales categorías de América del Norte.
En otras palabras este nuevo emprendimiento no implican ningún riesgo ni inversión para clubes como Toronto FC u Ottawa Fury y el resto de los que comparten su misma situación.
En el supuesto de que en 2019 o 2020 la Canadian Premier League se viera obligada a suspender su actividad el statu quo actual se mantendría intacto. Y, como contrapartida de la posibilidad de que la competición finalmente no funcione, al menos el fútbol del país norteño gana la posibilidad de disputar al menos un par de temporadas de competición autóctona, con la participación de entre seis y ocho equipos completamente nuevos.
En la práctica la CPL representaría un importante cambio para la estructura del fútbol de Canadá. Hay persistentes rumores que señalan que todos los equipos que integren la nueva competición estarán obligados a contar con al menos un 75% de futbolistas locales. Si la liga cuenta finalmente con 8 participantes estamos hablando de puestos de trabajo para al menos 90 o 100 jugadores profesionales con pasaporte canadiense.
Desde que en 1992 la Canadian Soccer League dejara de operar el país no volvió a contar con un torneo de primera división a nivel nacional. Hoy el proyecto de la Canadian Premier League le devuelve la posibilidad de volver a contar con un torneo de esa categoría. Un emprendimiento paralelo que busca el desarrollo local sin afectar los intereses de la MLS u otras ligas profesionales de Estados Unidos. En más de un sentido es una situación win-win.
¿Puede alguno de los actuales equipos profesionales de Canadá integrarse a la CPL?
La proyectada liga parte desde una situación de modestia. Empleando los estadios de la Canadian Football League (un pariente cercano de la NFL de Estados Unidos) y con el capital de grupos propietarios de equipos de la CFL y de la NHL.
Por cuestiones monetarias y deportivas es impensable que en este momento las franquicias emeleseras de Toronto, Vancouver y Montreal estén interesadas en sumarse a la Premier League local.
Luego de debutar en 2014 el equipo de Ottawa Fury FC tiene un interesante presente en la North American Soccer League. En 2015 llegó a jugar la final de temporada frente a New York Cosmos, promedió unos 5000 aficionados cada vez que jugó como local y recientemente firmó un interesante contrato con Adidas. En términos generales es acertado decir que al club de la capital canadiense las cosas le van relativamente bien. En este caso también parece lógico que la Furia decida quedarse por ahora en la NASL.
El FC Edmonton es, sobre el papel, el único cuadro profesional que podría pensar seriamente en dar el salto hacia la Canadian Premier League. El FCE no tiene éxito en la North American Soccer League. El club necesita completar los 5000 asientos del Clarke Stadium cada vez que juega como local para no perder dinero. Sin embargo, en promedio el conjunto de la Capital Petrolera de Canadá congrega a entre 3500 y 4000 aficionados cada vez que se presenta en casa.
Además, en cinco temporadas de existencia en la NASL los Eddies no consiguieron un sponsor real para su uniforme ni cuentan con un consolidado apoyo de los medios locales. FC Edmonton no cuenta con un rival clásico en la liga de ‘segunda división’ y, en general, le cuesta trascender en su mercado.
Si el equipo decide pasar a la CPL encontraría una rivalidad provincial frente a un más que probable equipo basado en Calgary. Y de la mano de los acuerdos que intenta cerrar la federación canadiense la escuadra de Edmonton podría conseguir una cobertura mediática que hasta ahora le es esquiva. ¿Decidirá el equipo de la provincia de Alberta jugar en la nueva competición? A primer golpe de vista el cambio podría tener bastante sentido para el club.
El Canadian Championship podría ser el primer gran beneficiado por la aparición de la CPL.
El único participante canadiense en la Liga de Campeones de CONCACAF es el vencedor de la Voyageurs Cup, el trofeo que cada año se entrega al ganador del Canadian Championship, la Copa nacional del fútbol canadiense.
Hasta ahora el Campeonato Canadiense es disputado por los tres clubes locales que actúan en la MLS y los dos que lo hacen en la NASL. Una cantidad de participantes que, como mínimo, se duplicaría con el inicio de la Canadian Premier League.
Si bien Toronto FC, el Impact y los Whitecaps seguirán siendo los favoritos para quedarse con la Voyageurs Cup en el plano teórico cualquier representante de la CPL podría dejar en el camino a uno de los tres equipos de la Major League Soccer. El Canadian Championship -entonces- gana de manera automática un interés inédito hasta este momento.
Las estimaciones más racionales hablan de un plazo de 10 años para que quienes inviertan en la CPL comiencen a hacer dinero y para que la liga tenga un nivel que de alguna manera pueda comenzar a compararse primero con el de la actual NASL y más adelante con el de la MLS.
Mientras tanto, nos esperan temporadas de fútbol poco glamoroso, estadios con varios claros en las tribunas y una repercusión limitada, a la sombra del sistema profesional de Estados Unidos. En más de un sentido el fútbol canadiense comenzará a experimentar los dolores de crecimiento y desarrollo. Un padecimiento completamente necesario si el soccer de la hoja de arce desea volver a valerse por sí mismo en el ámbito internacional.