Menos de 24 horas después de la inesperada eliminación de la selección de Estados Unidos en las eliminatorias a la Copa del Mundo del próximo año, el fútbol norteamericano digirió en la tarde del miércoles otra noticia de impacto: Kaká dejará Orlando City y la MLS cuando en 10 días finalice la temporada regular 2017.
El volante ofensivo de 35 años confirmó su decisión en una rueda de prensa organizada por el club del estado de Florida. La comparecencia ante medios locales y nacionales tuvo momentos llenos de enigmas Como cuando Kaká anunció el fin de su «primer ciclo como jugador de Orlando». Textualmente.
«Como ustedes saben mi contrato con el equipo finaliza este año», explicó el 10. «En los últimos meses hemos conversado sobre mi renovación, pero luego de pensarlo mucho mi decisión final es la de no renovar con Orlando. Quiero agradecer a todo el mundo».
Kaká -por ahora- no se retira del fútbol, sino que anuncia que no continuará en el club púrpura de la MLS. De acuerdo con el periodista André Galindo -de GloboEsporte.com– el enganche estaría considerando en este momento colgar los botines en diciembre o regresar al equipo de toda su vida, el Sao Paulo, para disputar la jornada 2018 en la primera división brasileña.
A Kaká le restan dos partidos -como local frente a Columbus Crew, y como visitante ante Philadelphia Union– para poner fin a su tercera (de momento, última) temporada con Orlando City. Hasta hoy el centrocampista de ataque jugó 76 encuentros de temporada regular de la MLS, en los que anotó 25 goles. Cada curso de la liga norteamericana está compuesto de 34 partidos de temporada regular. Lo que arroja como resultado que Kaká estuvo bajo contrato durante tres años completos (2015, 2016 y 2017), pero apenas completó poco más de dos temporadas en la cancha.
Las lesiones recurrentes han dejado al capitán de ‘los Leones’ mucho tiempo en el gimnasio o la enfermería. Una ausencia carísima para Orlando City, teniendo en cuenta que el brasileño ha percibido hasta este año un sueldo anual de 7.167.500 dólares, la remuneración más alta de toda la Major League Soccer.
Un costo todavía más elevado si se tiene en cuenta que Orlando -con Kaká como capitán y teórica máxima figura- no ha conseguido clasificar a los Playoffs en sus primeros tres años de existencia en la MLS. Algo que sí han conseguido New York City FC (el club que entró a la liga también en 2015) y Atlanta United FC (franquicia que debutó este año, y que es el club geográficamente más cercano a Orlando en el sudeste de Estados Unidos).
La confirmación de que Kaká y sus compañeros no entrarían en 2017 a la postemporada llegó el pasado fin de semana, cuando New York Red Bulls se quedó con la sexta y última plaza de la Conferencia Este al derrotar a Vancouver Whitecaps.
Pese a la gravedad de esta situación, el 10 de Orlando City aseguró que el hecho de no haber clasificado a los Playoffs no influyó en su decisión de poner fin a su ciclo en el equipo. Sin dar pistas sobre su futuro profesional, Kaká simplemente se limitó a decir que necesita en este momento «nuevos desafíos» para su carrera. Días atrás no descartó la posibilidad de convertirse a mediano plazo en entrenador.
«Mi única decisión en este momento es dejar Orlando», argumentó el futbolista. «Venir aquí fue un desafío. Me hubiera gustado que los resultados fueran diferentes, pero en lo institucional lo que pasó aquí fue más de lo podíamos imaginar. Necesito ahora nuevos desafíos, nuevas motivaciones. En este momento eso es lo más importante para mí. Por eso tomé esta decisión».
El cuerpo le duele y le pesa después de cada partido o entrenamiento. La posibilidad de hacer un último año en el Sao Paulo, o jugar por unos meses en mercados como el de India o China podrían ser platos apetecibles también. En semanas recientes -muy recientes- Kaká ha mostrado un nivel aceptable, una situación que podría ser una buena plataforma para enlazar una hipotética última transferencia de su laureada carrera.
Kaká se va de la MLS. El brasileño fue el último gran astro internacional antes de que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi acaparasen la escena. Balón de Oro, ganador de la Champions League y campeón del mundo con Brasil. Sellos fulgurantes que jamás fueron revalidados o recordados por el sudamericano en la Major League Soccer. Sin pena ni gloria. Kaká dejó algunas jugadas, goles o definiciones de calidad en América del Norte. Pero en la cancha jamás fue consistente. Muchos menos, determinante.
La saudade por Kaká ya se instaló en Orlando. Pero durará poco. Literalmente, la temporada 2018 está a la vuelta de la esquina, y el club está urgido por comenzar a dejar su marca en la MLS.
El brasileño ha sido un gran agente de relaciones públicas para su equipo y la liga. De hecho, nadie descarta que a futuro el futbolista regrese a Estados Unidos para cumplir de manera formal y oficial esa función. Kaká -como Andrea Pirlo, como Steven Gerrard, en parte como pasó también con Frank Lampard– se va como una de las vacas sagradas de la liga que nunca terminaron de estar a la altura de su nombre y su currículum.
Fotografía: Facebook | Orlando City SC