Alguna vez tenía que ocurrir. De hecho, tardó más de lo lógico en ocurrir. El 23 de septiembre New York City FC recibirá a Houston Dynamo dentro del marco de la temporada regular de la MLS, pero no lo hará en su casa habitual. El Yankee Stadium -la casa que alquila- NYCFC tiene que ser empleado en esa fecha por los New York Yankees -los dueños de la infraestructura del Bronx-, quienes se vieron forzados a reprogramar un encuentro de la MLB que no se pudo disputar allí en su fecha original por problemas climáticos en ‘la Gran Manzana’.
Las soluciones alternativas que se buscaron pasaron por postergar el partido de los celestes frente a los texanos y jugarlo en una fecha posterior o por programarlo en otro escenario. El cuerpo técnico encabezado por Patrick Vieira puso sobre la mesa dos condiciones: que el choque ante el Dynamo se dispute en la fecha original y que se lleve a cabo en un estadio con césped natural.
New York City FC está realizando una gran campaña en 2017 -está en la segunda posición de la clasificación general-, pero el plantel de Vieira atraviesa por una racha de lesiones que lo ha dejado literalmente diezmado. Postergar el encuentro de fines de septiembre implicaría aumentar la cantidad de encuentros que NYCFC debería afrontar en la recta final de la temporada regular, en octubre. El entrenador prefiere ajustarse a la programación original del calendario.
Fuera del Yankee Stadium hay pocas opciones de estadio de fútbol que se ajusten a lo que el club de New York necesita. Se podría ‘transplantar’ la cancha de soccer que se instala en el Bronx en el CitiField, el diamante de béisbol de los Mets, aunque el traslado no sería tan inmediato ni sencillo. También se podría jugar en el Red Bull Arena, el estadio del máximo rival del City, New York Red Bulls. El MetLife Stadium en esta época del año únicamente ofrece la posibilidad de jugar sobre una superficie artificial. Todos estos condicionantes convirtieron al Pratt & Whitney Stadium en la única alternativa viable y aceptada por el club del City Football Group.
El Pratt & Whitney Stadium es una instalación con capacidad para más de 40.000 espectadores, con una superficie de juego natural, en la que frecuentemente se presentan las selecciones femenina y masculina de Estados Unidos. El gran problema es que el estadio está en la ciudad de East Hartford, en el estado de Connecticut, a una distancia de más de dos horas de viaje en automóvil desde el Yankee Stadium.
El anuncio de mudanza ‘temporal’ de NYCFC a Connecticut ha levantado un buen número de protesta en los aficionados del equipo, especialmente en los dueños de abonos de temporada.
¿Hay luz al final del túnel?
En los últimos días el ‘Hartfordgate’ -así lo bautizaron algunos medios- ha propiciado que una gran cantidad de rumores comenzaran a rodar. Una de esas versiones indicó que New York City FC estaba muy cerca de presentar una oferta por un lote de tierra en Belmont Park, el mismo sitio en el que hasta no hace demasiado el New York Cosmos buscaba levantar un estadio específico propio.
El lugar -un tanto lejano de la ciudad, con difícil acceso a través del transporte público- a priori no es del gusto de la afición de NYCFC. Ante esta situación y con esas cartas sobre la mesa, el conjunto celeste habría decidido salir a aclarar su postura, o al menos a despejar dudas.
De acuerdo con la web partidaria Hudson River Blue en los últimos días el presidente de New York City FC –Jon Patricof– se habría reunido en dos ocasiones con abonados de temporada en sendos desayunos de trabajo. En esos encuentros Patricof habría explicado que el club sigue buscando de manera activa un lugar donde levantar un estadio propio, y que el proceso de construcción insumiría unos tres años a partir de la adquisición del terreno.
Además, el presidente dio a entender que el acuerdo de compra del lugar podría estar más cerca de concretarse de lo que la gente pueda suponer, y que existen posibilidades realistas de que el anuncio de la ubicación de la futura casa de NYCFC se pueda anunciar antes del 31 de diciembre de este año. Teniendo en cuenta todos estos datos, el club cree que podría estrenar su sede deportiva propia en cuatro o cinco años.
Siempre de acuerdo con Hudson River Blue el presidente Patricof habría dicho que nadie dentro del City Football Group está interesado en construir en Belmont -fuera de los límites de New York– y que sería poco probable que el club presente una oferta por el lugar. Además, Patricof habría indicado que hay tres terrenos que actualmente están siendo seriamente considerados. Y que si se llega a un acuerdo antes de fin de 2017 se trataría de ubicaciones en Queens o el Bronx, siempre dentro de la ciudad. Desde su creación New York City FC ha dejado claro -por activa y pasiva- que su estadio estará en alguno de los cinco barrios de ‘la Jungla de Concreto’.
Don Garber: «Estamos en desventaja en la Liga de Campeones de CONCACAF»
Hasta que no asegure su propio lugar, New York City FC podría verse obligado a buscar estadios alternativos en el futuro. ¿Alguien pensó qué puede pasar si los hombres de Vieira logran la clasificación a la Liga de Campeones de la CONCACAF, por ejemplo? Mientras esa posibilidad se acerca y cada vez es más tangible, NYCFC parece estar en un camino más certero hacia su propio hogar en la Major League Soccer.
Fotografía: Pratt & Whitney Stadium, en East Hartford, Connecticut.