Las máximas figuras de la selección femenina de Estados Unidos demandan a la federación local por discriminación salarial.
La acción judicial (técnicamente denominada federal complaint. Queja federal o reclamación federal en español) se basa en que las futbolistas consideran que la selección femenina es una importante fuente de ingresos para la U.S. Soccer. Pese a ello reciben una paga sustancialmente menor a la remuneración de los integrantes de la selección masculina, informó Jeffrey Kessler, abogado patrocinante de las deportistas.
La selección femenina de Estados Unidos es la vigente campeona del mundo y ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Las futbolistas que impulsan este reclamo ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo son las capitanas del equipo –Carli Lloyd y Becky Sauerbrunn-, la arquera Hope Solo, la centrocampista Megan Rapinoe y la delantera Alex Morgan.
«Hemos sido bastante pacientes durante años a la espera de la que federación hiciera lo correcto y nos pagara de manera justa», explicó a través de un comunicado oficial Lloyd. «Las cifras hablan por sí mismas», agregó Solo en el mismo documento. «Somos las mejores del mundo, tenemos tres Copas Mundiales y cuatro títulos olímpicos. A la federación masculina se le paga mucho más por presentarse en un partido que lo que se nos da a nosotras por ganar campeonatos importantes.»
Las jugadoras aducen que -de acuerdo con el presupuesto presentado por la federación el mes pasado- ellas cobran el 40% de lo que percibe la selección masculina. «Es el más fuerte caso de discriminación hacia las deportistas que yo haya visto», señaló el abogado Kessler, quien también asesora a la NASL en su demanda «antimonopolio» frente a la federación de Estados Unidos.
De acuerdo con lo publicado por The New York Times la federación estadounidense respondió a través de un comunicado de prensa. «Nos sentimos decepcionados por esta acción. Somos un líder mundial en fútbol femenino y nos sentimos orgullosos del compromiso que hicimos para hacer más fuerte a este deporte en los Estados Unidos durante los últimos 30 años», expresó la U.S. Soccer.
Los cuestionamientos de las jugadoras no se reducen únicamente al tema económico, sino a la calidad de los hoteles, los traslados y la infraestructura puesta a disposición de la selección femenina, que difiere bastante con respecto a su par masculino.
Las integrantes de la selección femenina son empleadas asalariadas de la federación. Las jugadoras más destacadas reciben una remuneración de algo más de 70.000 dólares por año. Una parte importante de la queja legal se fundamenta en las diferencias sobre las bonificaciones que la U.S. Soccer abona a sus futbolistas.
Un jugador de la selección recibe 5.000 dólares por una derrota en un amistoso y hasta casi 18.000 dólares por una victoria frente a un equipo importante. Las internacionales estadounidenses cobran 1.350 por partido amistoso… Solamente si lo ganan. Un empate o una derrota no tiene reconocimiento económico para las chicas dirigidas por Jill Ellis.
La selección femenina es la máxima candidata a quedarse con la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de este verano en Río de Janeiro. La federación estadounidense ya proyecta ganancias por casi 2,5 millones de dólares por la organización de otro Victory Tour, similar al realizado en 2015 tras la obtención de la Copa del Mundo.
Fotografía: U.S. Soccer