La Major League Soccer tiene hoy una sólida relación con el fútbol europeo. El ejemplo más claro seguramente es el vínculo casi familiar que existe entre la franquicia de New York City FC y el Manchester City FC, dos equipos controlados por el City Football Group.
El New York Red Bulls es parte del esfuerzo que la multinacional mantiene en el ámbito del fútbol. En Europa el grupo empresario administra al FC Red Bull Salzburg (Austria) y al RB Leipzig (Alemania), además de los equipos de Red Bull Ghana y Red Bull Brasil.
Menos conocido -pero igualmente firme- es el nexo entre Montreal Impact y Bologna FC. El empresario canadiense Joey Saputo controla a ambos clubes. Una situación similar a la que el indonesio Erick Thohir mantiene en el Inter de Milán y el D.C. United. Steve Nash, ya retirado en la NBA, es accionista de Vancouver Whitecaps FC en Canadá y del RCD Mallorca en España.
Y el secreto mejor guarado en esta materia es que Stan Kroenke -el accionista mayoritario del Arsenal FC de Inglaterra– es, al mismo tiempo, es el propietario de la franquicia de Colorado Rapids en la MLS.
Pero la historia no siempre fue así. En 2008 la liga carecía de la mayoría de estos vínculos internacionales. En octubre de ese año el FC Barcelona dio a conocer su intención de contar con un equipo en la Major League Soccer. En el momento del anuncio el club catalán y su principal socio local en Estados Unidos -el magnate boliviano Marcelo Claure– apuntaban a hacer debutar a esa franquicia en la temporadas 2010 o 2011 de la ‘primera división’ norteamericana.
Por ese entonces la MLS ya pretendía que todos sus equipos jugaran en estadios específicos. El Barcelona había iniciado negociaciones con la Florida International University para usar sus instalaciones y jugar como local en el FIU Stadium durante los dos primeros años de existencia de la franquicia.
La liga esperaba (y alentaba) el uso del nombre del Barcelona para su equipo en Miami en caso de que la propuesta fuera aprobada por la Junta de Gobernadores de la Major League Soccer. Una situación que -al otro lado del Atlántico– era vista como una oportunidad de oro para expandir la marca del Barça en Estados Unidos y toda América del Norte.
En 2008 el estado de Florida carecía de un representante en la MLS. Los equipos de Miami Fusion y Tampa Bay Mutiny habían sido liquidados en medio de un proceso de reducción de la liga en 2001.
En el momento del anuncio del interés del Barcelona en la MLS Claure puso en funcionamiento la web www.MiamiFCB.com para sumar adherentes en el sur de Florida. Esa página también permitía a los interesados hacer depósitos previos para asegurarse un lugar como abonados de temporada.
«Sabemos que Miami es una gran ciudad para el fútbol. Y ahora -con la posibilidad de que un equipo de la Major League Soccer llegue a la ciudad- creemos que es una gran oportunidad para demostrar al mundo que merecemos un equipo», señaló Claure en ese entonces.
«El FC Barcelona está muy entusiasmado con el proyecto en la MLS», dijo el presidente culé de ese momento, Joan Laporta. «Es muy especial para nosotros ser parte de esta iniciativa. Desde hace muchos años hemos estado buscando una oportunidad como esta porque ha sido nuestro objetivo estar presentes en el mercado estadounidense», declaró el dirigente en 2008.
Después del rimbombante anuncio del FCB y de la gira mediática que Laporta y Claure realizaron para dar impulso al proyecto el retoño barcelonista en Miami comenzó a perder fuerza. La falta de un interés real de parte de la administración local y la negativa de la MLS a elevar el número de sus franquicias comenzó a frustrar las opciones de éxito del emprendimiento.
Además, la iniciativa no contaba con el apoyo masivo de los socios del club catalán. Los 40 millones de euros que el equipo europeo tenía que poner sobre la mesa para comenzar a hacer caminar a su filial norteamericana (a día de hoy, una auténtica ganga) terminaron por forzar la retirada de la entidad blaugrana.
En marzo de 2009 la Major League Soccer, el Barcelona y Marcelo Claure decidieron de manera conjunta poner fin al proyecto. De manera oficial el club de la Ciudad Condal no volvió a interesarse nuevamente como inversor en el fútbol profesional norteamericano. Aunque desde hace algunos meses se especula con la posibilidad de que el equipo instale una franquicia de futsal en Estados Unidos a futuro.
¿Qué quedó del viejo proyecto del FC Barcelona en la MLS?
- Ferran Soriano y Txiki Begiristain (en 2008, directivos del Barcelona) hoy son ejecutivos de máxima responsabilidad del Manchester City FC y, por ende, del City Football Group. Ambos han tenido un importante papel en la puesta en funcionamiento de la franquicia que hoy conocemos como New York City FC.
- Miami en particular y Florida en general han demostrado ser mercados complicados para la MLS. Hasta 2015 el estado sureño no volvió a tener un equipo en la ‘primera división’ norteamericana. Orlando City SC es en este momento el único representante de Florida en la liga.
- El FIU Stadium -el primer estadio elegido por el Barcelona– es hoy el hogar de Miami FC, el equipo que en pocos días debutará en la North American Soccer League, la ‘segunda división’ de Estados Unidos y Canadá.
- El proyecto de llevar una franquicia de la MLS a Miami sigue vigente, y tiene todo para que pueda llevarse a cabo. Con Marcelo Claure como uno de los socios inversores, el grupo inversor liderado por David Beckham recibió el visto bueno de la Junta de Gobernadores de la liga y acaba de adquirir el terreno donde podrá construir su estadio.
Foto: El Barcelona enfrenta a Chivas de Guadalajara en la ciudad de Chicago en el verano de 2008. (Crédito: FC Barcelona)