El seleccionador de Estados Unidos es consciente de que no cae bien en el ambiente de la Major League Soccer. Desde hace años Jürgen Klinsmann cuestiona a la ‘primera division’ norteamericana. Sus comentarios sobre la liga -en general- son percibidos como despectivos en su país de adopción.
El técnico alemán considera que la MLS debería contar en algún momento ascensos y descensos, también cree que debería ser un torneo más largo, y en alguna ocasión cuestionó el grado de profesionalismo de los futbolistas estadounidenses.
Probablemente el intercambio de disparos comenzó en octubre de 2014, cuando Klinsmann criticó de manera contundente el regreso a la Major League Soccer de internacionales estadounidenses como Clint Dempsey y Michael Bradley. Ambos futbolistas pusieron punto final a sus carreras en Inglaterra e Italia para sumarse -a cambio de sueldos altísimos- a las franquicias de Seattle Sounders y Toronto FC, respectivamente.
No solamente la jerarquía de la liga rechazó los comentarios del seleccionador. También lo hicieron los principales medios especializados, que comenzaron a dar la espalda a JK cuando éste decidió no llevar a Landon Donovan a la Copa del Mundo de 2014 para dar lugar en el seleccionado al joven Julian Green (hoy en el equipo filial del Hamburgo, con poquísimos minutos en el conjunto alemán).
El último año no fue fácil para el cuerpo técnico del USMNT. El equipo absoluto no clasificó a la final de la Copa Oro de CONCACAF de 2015, y posteriormente perdió el playoff clasificatorio a la Copa Confederaciones frente a México. El rendimiento de los planteles juveniles tampoco fue satisfactorio en ese período.
Ya retirado, Donovan recordó que la continuidad del seleccionador depende de la obtención de buenos resultados. Y Abby Wambach -leyenda de la selección femenina de Estados Unidos- se manifestó de una manera más contundente al abogar por el despido de Klinsmann.
En medio de ese clima, el seleccionador brindó varias entrevistas en los últimos días. Una de las más interesantes fue la que le realizó el periodista Ives Galarcep para el portal estadounidense de Goal USA.
El ex atacante de Alemania siente que la imagen de ‘enemigo de la MLS‘ que de él se ha creado responde a un error, a un malentendido. «Se basa en una idea falsa, simplemente no es correcto», manifestó Jürgen Klinsmann. «Queremos llevar a nuestros jugadores a su más alto nivel personal. Si me preguntan ‘¿Debería Michael Bradley jugar en Manchester United?’, respondería que sí, y no creo que nadie pueda discutir eso. Si tu máximo nivel es la MLS, perfecto. Voy a estar ahí para tí las 24 horas del día para ayudarte.»
El seleccionador no encuentra sentido a las declaraciones que lo definen como un técnico que está en contra de la ‘primera división’ norteamericana. «¿Entonces, por qué llevé a 13 jugadores de la MLS al Mundial de Brasil? Cuando llegué hace cuatro años dije que todo el mundo tendría oportunidades, sin importar si estabas jugando en Europa, México o la MLS. Hoy continuamos enviando el mismo mensaje.»
Uno de los mayores cuestionamientos que Klinsi debe afrontar en Estados Unidos es el de -supuestamente- haber intentado llevar al campeón universitario Jordan Morris a Europa, en lugar de dejar que se desarrolle en la Major League Soccer. El austríaco Andi Herzog (colaborador del germano y, además, seleccionador del equipo Sub-23 de las Barras y las Estrellas) consiguió una prueba en el Werder Bremen para el joven. Pese a las buenas sensaciones que el ex delantero de la Universidad de Stanford dejó en Alemania, Morris optó por regresar a su ciudad natal y firmó con Seattle Sounders, equipo en el que debutará como profesional.
«Duele cuando la gente dice que quiero que todos los chicos vayan a Europa, porque cada chico es diferente», se lamentó Klinsmann. «Si Jordan hubiera aceptado ir a Bremen y luego se da cuenta que no estaba preparado para hacerlo, en tres meses él hubiera sentido que ha fracasado. ¿Quién se beneficia con eso? Nadie.»
El jefe del USMNT asegura que no tiene ningún problema con la decisión de Morris. «Él tiene que sentir que lo que hace es correcto. Así que si él dice ‘Me muero de ganas por jugar en Seattle’ y el club está de acuerdo, eso está perfecto para mí. Lo importante es que el fútbolista esté 100% convencido.»
Otro frente hostil que se le abrió al entrenador recientemente fue impulsado por Merritt Paulson, el propietario de Portland Timbers, el vigente campeón de la MLS. Durante una entrevista en el podcast Soccer Made In Portland el empresario dijo: «No creo que encuentres un sólo propietario de un equipo de la Major League Soccer que abogue por Klinsmann.»
«Es una persona que tiene una agenda claramente anti MLS», prosiguió Paulson. «Toma decisiones poco racionales, como ocurrió con Landon Donovan. Su prioridad es la gente que juega en el extranjero, y probablemente premiar con convocatorias a la gente que juega afuera, incluso si no merecen estar en la selección.»
Pese a que Jürgen Klinsmann consiguió hablar en privado con Merritt Paulson para aclarar sus diferencias, el alemán sabe que la mayoría de los dueños de franquicias de la MLS no lo respaldan abiertamente. «Junto a mi cuerpo técnico somos los mayores fanáticos de la Major League Soccer debido al crecimiento del juego que aquí se ha producido», argumentó el seleccionador. «Quizás yo sea el mejor ‘vendedor’ de la MLS en Europa, porque constantemente hablo con entrenadores, futbolistas, aficionados y periodistas. Estoy dando muchas entrevistas ahora, y los comentarios que hago tienden al desarrollo del interés por la MLS en Europa.»
Fotografía: U.S. Soccer