Rochester es una ciudad del norte del estado de New York. Sobre el Lago Ontario, bastante cercana a las Cataratas del Niágara, a 550 km. de Manhattan. Con 19 años de historia Rochester Rhinos -el equipo de fútbol local- cerró 2015 con un título de liga en el bolsillo. A mediados de octubre el equipo aurinegro se quedó con el USL Championship, tras superar en la final a Los Angeles Galaxy II. Algo de dos meses después de ese logro los Rinocerontes temen por su futuro.
A través de un comunicado oficial la conducción de la USL anunció el martes por la noche que Rochester Rhinos se quedó sin propietario. La liga suspendió de manera definitiva a la empresa Adirondack Sports Club, que hasta ayer era la dueña del equipo de la ‘tercera división’ norteamericana. De acuerdo con la USL la compañía fracasó en su intento de ajustarse a la normativa de esa categoría. La categoría de bronce trabajó con Adirondack Sports Club durante meses para alcanzar una solución a las fallas de funcionamiento, tanto a nivel interno como externo.
Días atrás el grupo propietario aseguró que no se sentía capacitado para poder responder a las exigencias de la USL. A fin de evitar la desaparición inmediata del equipo la liga decidió intervenir y se hizo cargo de la administración y gestión del club hasta que se encuentre a un nuevo inversor. Todos los empleados del club y todos sus jugadores se mantienen en el equipo.
Tom Veit -el jefe de marketing de la USL– está a cargo de las gestiones destinadas a encontrar un nuevo inversor para el club de Upstate New York. «En nombre de la liga, tomaré toda decisión que sea posible para mantener la posición de los Rhinos dentro del paisaje deportivo de Rochester», dijo Veit. «El equipo sigue funcionando y espera poder defender su título de liga en 2016.»
Los Rhinos son uno de los equipos más importantes de la USL, pero desde hace un tiempo están en crisis. Un mes atrás Rob Clark -un banquero local, la cara visible de la empresa propietaria del club- avisó a la liga que no podría operar a la franquicia en 2016 luego de que la ciudad de Rochester le avisara que el equipo no podría seguir siendo inquilino del Sahlen’s Stadium después del 31 de diciembre.
Las autoridades municipales tomaron esa decisión debido a que Adirondack Sports Club nunca pagó el alquiler de esas instalaciones. La ciudad demandó en marzo al equipo por más de 140 mil dólares, en concepto de tarifas impagas por el uso del estadio desde enero de 2013.
Rob Clark tomó el control de Rochester Rhinos en 2008, luego de que el primer grupo propietario del club dejara deudas por más de 10 millones de dólares por créditos impagos. El hasta ayer dueño del club asegura que desde hace muchos meses pierde dinero con la operación del vigente campeón de la USL.
La desaparición de Rochester Rhinos implicaría un negocio todavía más ruinoso para la ciudad norteña, que invirtió varios millones de dólares en la construcción del estadio. Si bien el Sahlen’s Stadium se emplea para actividades escolares, exposiciones y conciertos (y además también es usado por el Western New York Flash, un equipo de la NWSL, la máxima categoría de fútbol femenino en Estados Unidos), fue hecho a medida y a propósito de las necesidades de los Rinocerontes.
Si bien la United Soccer League se negó a efectuar comentarios sobre la naturaleza de las faltas cometidas en los últimos meses por Adirondack Sports Club es fácil deducir que la empresa propietaria encontró muchos inconvenientes para cumplir con los nuevos requisitos mínimos establecidos por la liga. De ser una liga pequeña y semiprofesional la USL se ha convertido en una competición absolutamente profesional y con una gran cantidad de participantes.
En 2016 la liga contará con 30 franquicias, 11 de las mismas administradas por equipos de la Major League Soccer, y otras nueve que estarán afiliadas a entidades de la ‘primera división’. Muchos de los nuevos clubes no relacionados de manera directa con la MLS son potentes actores en la industria deportiva norteamericana, como ocurre en el caso del FC Cincinnati o el futuro equipo en San Antonio. La sintonía fina que la USL exige a sus participantes probablemente fue demasiado para el ya exgrupo inversor de los Rhinos.
Rochester tiene mercado, tiene estadio, tiene una afición fiel. Y un equipo importante que llegó a ser campeón de la U.S. Open Cup en 1999. Ahora la liga necesita encontrar a un nuevo inversor local (para que el equipo no abandone la ciudad) y que esté a la altura del nuevo clima económico y empresarial de la creciente United Soccer League.
Fotografía: Rochester Rhinos