La tercera propuesta de construcción de un estadio específico en Miami está a punto de caerse. Tras el fracaso de los proyectos en el puerto de Miami y las adyacencias del AmericanAirlines Arena -que no contaron con ningún tipo de apoyo administrativo- la idea de levantar un SSS junto al Marlins Park -en este caso sí con algún grado de respaldo estatal- está muy cerca de frustrarse.
El grupo liderado por David Beckham depende de una votación de la junta escolar local, que debería aprobar en primera instancia la posibilidad de quedarse con la propiedad del estadio una vez esté finalizado, libre de cargo. Pocos días antes de que Miami Beckham United se presente frente a la Junta de Gobernadores de la MLS para presentar un proyecto aprobado (o preaprobado al menos) la votación de la junta escolar fue postergada de manera imprevista.
Una demora más que imposibilita de momento que la Major League Soccer conceda de manera oficial una franquicia al emprendimiento del exinternacional inglés. El deseo inicial de la liga era el de contar con un estadio en el frente marítimo de Miami. Frente a la imposibilidad de conseguirlo, bastante a regañadientes la MLS aceptó que la infraestructura se haga en Little Havana, junto al Marlins Park.
La tercera posibilidad no solamente corre riesgo por los problemas con la votación en la junta escolar, sino porque los dueños de propiedades en donde el estadio se tendría que construir no están de acuerdo con los valores que el grupo inversor pretende abonar. Demasiados problemas, que Beckham y sus socios tal vez pretenden sortear con la proposición de un un cuarto lugar donde poder erigir su futuro hogar.
En las últimas horas vuelve a hablarse de Overtown, un barrio no demasiado alejado de la costa y de Pequeña Habana, donde Beckham y sus socios tendrían identificado -y tal vez comprometido- un terreno. Un nuevo capítulo de una saga que parece interminable (comenzó en febrero de 2014), y en la que la Major League Soccer sigue jugando a ser paciente. ¿Comprará la liga una nueva promesa?