El grupo empresario liderado por David Beckham busca definiciones de parte de las autoridades de Miami. El pool inversor considera que ha hecho todo lo que está a su abasto para asegurar los terrenos aledaños al Marlins Park y comenzar a construir su ya postergadísimo estadio específico.
Las diferencias que tensionan la vida política local en el sur del estado de Florida tomaron por rehén al equipo de Beckham, al que la Major League Soccer no le entrega de manera oficial una franquicia hasta que las obras del SSS estén en marcha. El anuncio de la potencial llegada de un club presidido por Becks en Miami pronto tendrá dos años de antigüedad. Esencialmente, nada en concreto ha pasado desde ese momento, excepto por el más o menos expreso deseo de los inversores de asentarse en el barrio de Little Havana, donde hace años estaba el Orange Bowl.
La versión del inglés y de sus asociados indica que -a cambio de los terrenos públicos y de la compra de algunas propiedades privadas autorizadas por la ciudad y el condado- se construirá un estadio de fútbol de primer nivel, empleando únicamente fondos privados, y que quedará inmediatamente dentro del patrimonio del sistema de educación de escuelas públicas de Miami, que será su único dueño.
El permanente impasse administrativo en el que este proyecto vive abrió la puerta para que Tim Leiweke -el nuevo negociador en jefe de la empresa- decidiera publicar una carta abierta en el periódico Miami Herald para explicar su posición.
Leiweke busca lo que hasta ahora MBU no ha conseguido: poner un marco estable de negociación, con una fecha más o menos concreta de finalización. Teniendo en cuenta la experiencia registrada en otros equipos en expansión el emprendimiento en Miami ya tiene dificultades para garantizar que su estadio estará finalizado antes del inicio de la temporada 2018, la fecha deseada de acceso a la liga. El Grupo Beckham necesita comenzar a dar información certera, objetivos de alcance lógico, no solamente frente a la Junta de Gobernadores de la Major League Soccer, sino de cara a posibles nuevos inversores que puedan ayudar a costear la construcción del estadio en Little Havana.
A continuación, los puntos más interesantes de la carta abierta firmada por Tim Leiweke.
«Si bien los responsables de Miami Beckham United -David Beckham, Simon Fuller, Marcelo Claure y yo mismo- estamos ansiosos por avanzar y todos los signos indican que el público recibe de buen agrado los beneficios comunitarios que crearemos, tenemos una serie de cuestiones que necesitamos solucionar antes de poder llegar a un acuerdo.
Una cosa es segura. Este será el acuerdo por un estadio más responsable desde el punto de vista financiero, y más sujeto al escrutinio público que Miami haya visto hasta ahora. La construcción de nuestro estadio será financiada al 100% de manera privada. Y si bien la comunidad ya ha demostrado su apoyo a la llegada del fútbol profesional a Miami, los votantes tendrán la palabra final sobre si el estadio puede construirse sobre tierras públicas en Little Havana.
Siempre hemos dicho que haríamos de esto un proceso transparente. Y, con eso en mente, a continuación daremos una lista detallada de nuestra posición sobre los términos más significantes que en este momento están bajo discusión.
▪ Al tener a David Beckham como presidente de nuestro club nos estamos comprometiendo a armar un equipo que hará de Miami una de las ciudades de fútbol más importantes para el fútbol del continente americano.
▪ Miami Beckham United asumirá el 100% de la responsabilidad y el riesgo de todos los costos vinculados con la construcción de un nuevo estadio de fútbol en Little Havana.
▪ Nuestro equipo ha ofrecido pagar a la ciudad de Miami y a los dueños de propiedades privadas cifras que están por encima del valor del mercado por los terrenos que están ubicados en el lugar donde el estadio será levantado.
▪ Financiaremos de manera privada el mantenimiento del estadio con la idea de mantenerlo en las mejores condiciones posibles.
▪ Una vez que el estadio haya sido construido la propiedad del mismo será transferida a la junta escolar de Miami, libre de costos o riesgos para el sistema escolar y el público.
▪ Nuestro equipo facilitará espacio significante y funcional para la práctica de deportes, actividades musicales o de entretenimiento dentro del estadio, y trabajaremos con la junta escolar para alentar a los programas académicos especializados en los deportes profesionales, algo inédito en Estados Unidos.
▪ El estadio albergará eventos escolares, como campeonatos de bandas, partidos de soccer y football americano, ceremonias de graduación y eventos comunitarios a lo largo del año, libres de costo para el público.
▪ Reembolsaremos a la ciudad, el condado y la junta escolar el pago de impuestos a la propiedad que les corresponda pagar sobre los terrenos ocupados por el estadio.
▪ Hemos acordado pagar cerca de medio millón de dólares al año junto con la ciudad para la creación y el mantenimiento de canchas de fútbol y centros comunitarios.
▪ Además de colaborar con las escuelas públicas crearemos un centro de entrenamiento y una academia destinada a identificar y alentar el desarrollo de deportistas locales.
▪ Nos comprometemos a trabajar con la ciudad, la junta escolar y otros organismos para atraer la realización de eventos importantes en Little Havana, además de inversiones adicionales que generen un impacto económico positivo en el barrio.
▪ Luego de que los términos del acuerdo se hayan completado daremos poder total al público apruebe mediante una votación nuestra propuesta de estadio en Little Havana.
Miami Beckham United se compromete realizar un acuerdo que sea responsable y transparente. Ahora es el turno de los líderes cívicos de Miami para que completen una propuesta que abra la puerta a un club de fútbol de clase mundial que pueda ser considerado propio por los habitantes de Miami, a la vez que la comunidad local recibe los beneficios que ampliamente merece.»