Seattle Sounders se compromete a un alquiler de largo término. Si bien el equipo del noroeste de Estados Unidos habría analizado recientemente la posibilidad de construir su propio estadio especifico, el club de la Ciudad Esmeralda acaba de anunciar que seguirá en el CenturyLink Field hasta 2028.

La franquicia juega en la casa de Seattle Seahawks -equipo de la NFL- desde su llegada a la MLS en la temporada 2009. Los Rave Green hicieron (y continúan haciendo) historia en el complejo que puede albergar hasta 67.000 espectadores. Tres veces más de la capacidad recomendada por la Major League Soccer para sus SSS, pero que no es excesivamente grande para los Sounders.

Durante las últimas tres temporadas de la MLS el equipo entrenado por Sigi Schmid consiguió congregar a un promedio de 43.000 espectadores en cada encuentro disputado como local. En 2014 el club registró una media de 43.734 personas en el estadio durante los partidos jugados en casa (casi el doble de los 22.086 del Toronto FC en el BMO Field, el segundo clasificado en la estadística de la temporada pasada). Esa cifra colocaría a Seattle dentro del top six de la Premier League inglesa, la primera división de España y la Serie A italiana.

Tras el último fin de semana el equipo ostenta el récord histórico de 109 partidos consecutivos en la Major League Soccer jugando como local en el CenturyLink Field en los que se tuvo que colgar el cartel de «no hay más localidades». El aforo regular para los partidos de Seattle Sounders en casa se elevó en 2015 a algo más de 39.000 asientos. Pero en más de una ocasión durante el año la capacidad se amplía hasta las 67.000 localidades.

Más allá de ser uno de las mejores franquicias de la liga, el Seattle Sounders FC es un auténtico fenómeno social y cultural en los deportes profesionales de Norteamérica. ¿Qué tipo de estadio específico debería construir este equipo para poder abandonar el CenturyLink Field? Probablemente uno para -al menos- 50.000 aficionados, muy lejos de la realidad de la totalidad de sus rivales a día de hoy. En una buena ubicación, similar a la que tiene el estadio de los Seahawks. ¿Por qué mudarse en este momento si el ganador del Supporters’ Shield de 2014 ya tiene todo lo que necesita? Lo único que cabe mejorar -y probablemente sea parte del nuevo acuerdo- es la renovación pautada y periódica de la superficie de juego artificial, que sirve tanto para el football como para el fútbol.