Chivas USA fue una de las dos franquicias debutantes en la temporada 2005 de la Major League Soccer. La idea en ese entonces era importar los valores y el innegable alcance popular que en México tiene el Club Deportivo Guadalajara. Pero tras casi una década de existencia el equipo quedó huérfano, está enfrentado a parte de la comunidad que lo alberga, y hasta algunos de sus futbolistas reniegan del nombre del club. Luego de reconocer su error estratégico la liga busca darle una segunda vida a una de sus marcas más polémicas.
La historia de Chivas USA comenzó en agosto de 2004. En el momento de su fundación sus propietarios eran el matrimonio formado por Angélica Fuentes y Jorge Vergara (dueños de Chivas de Guadalajara) y dos socios locales, Antonio y Lorenzo Cué. El equipo se instaló en Los Angeles, con el propósito de atender las necesidades futbolísticas de la población de origen mexicano que allí vive. Nació para ser el clásico rival del Galaxy y protagonista del primer derbi local en toda la Major League Soccer. Con el ADN de uno de los clubes más grandes y comercialmente exitosos de América Latina el fracaso parecía imposible. Y, sin embargo, ocurrió.
A lo largo de más de un siglo de vida el Rebaño Sagrado de Guadalajara jamás ha contratado a un futbolista extranjero. Ese símbolo de identidad es el mayor motivo de orgullo para sus hinchas. Por encima de los muchos títulos ganados y de ser uno de los dos clubes más populares de México lo primero que destacan los aficionados del equipo rojiblanco es ese componente nacionalista, romántico, sectario, patriótico, exclusivo (que el lector -sin menospreciar a ninguno de estos adjetivos- decida cuál es el más apropiado).
Pero ese statu quo que el Guadalajara vive y ha vivido en su país no pudo ser reproducido en la MLS. Ni siquiera en ese México-fuera-de-México que es Los Angeles en particular y California en general. Acostumbrado a armar y desarmar a voluntad, Jorge Vergara nunca asimiló el concepto de la teórica paridad de fuerzas y de oportunidades que la liga propone a las franquicias que de ella participan. Y ese no fue su único error de apreciación.
El Chivas estadounidense no nacía como un “grande”. No estaría de manera automática en la élite por el simple hecho de derivar -de una manera un poco artificial- de un club de referencia en toda América Latina. El empresario tampoco comprendió que su nuevo equipo representaría a una ciudad plenamente multicultural, donde además de hinchas mexicanos existen aficionados centroamericanos, sudamericanos, asiáticos, afroamericanos y estadounidenses de origen europeo, 100% angloparlantes. El nombre Chivas no significaba lo mismo para cada uno de esos grupos sociales.
The Goats debutaron en la MLS en la temporada 2005. Con su arrogante estilo de comunicación (tolerado y hasta elogiado en México) Vergara anunció la llegada a la liga de un equipo con un estilo de juego que revolucionaría a la máxima categoría de Estados Unidos. Desde la casa matriz en Jalisco llegaron a Los Angeles varios jugadores jóvenes e inexpertos, acompañados por algunas viejas glorias a las que se les había pasado su cuarto de hora. Pese al apoyo del público californiano y de los esfuerzos realizados por la directiva de Chivas USA la idea de un equipo cuasi mexicano no funcionó. A mitad del campeonato fue necesario contratar a un nuevo técnico y a otros futbolistas fuera de la estructura de Chivas.
Entre 2006 y 2009 Chivas USA vivió su mejor momento deportivo. Con Bob Bradley primero y “Preki” Radosavljevic después el equipo clasificó durante cuatro años consecutivos a los playoffs de la liga. Tras el fracaso de la temporada 2005 la gestión del día a día de la franquicia quedó en manos de la familia Cué. Pero entre 2010 y 2012 la inversión en el equipo angelino decayó de materia sensible. La construcción del Estadio Omnilife en las afueras de Guadalajara lastró en exceso a todos los proyectos deportivos del grupo. Ante la imposibilidad de seguir adelante con el equipo Antonio y Lorenzo Cué vendieron su parte del negocio y Chivas USA quedó completamente en manos de Jorge Vergara y su esposa.
En 2013 el empresario volvió a incurrir en el mismo error de 2005. Una nueva “mexicanización” estaba en marcha, y -obviamente- contaba con el apoyo de algunos integrantes prominentes del plantel. De una manera bastante evidente Chivas USA pasó a ser manejado como una filial de su alter ego mexicano. Nuevamente llegó el turno de importar jugadores desde Guadalajara y, además, poner a un reconocido técnico de la Liga MX al frente del equipo. En medio de ese proceso Jorge Vergara se desprendió de una gran parte de los componentes no mexicanos o no latinos de la estructura deportiva y administrativa del club.
Las medidas adoptadas en este sentido por Chivas USA en 2013 encendieron varias alarmas en un país sensible ante cualquier posible caso de discriminación étnica o cultural. Especialmente después de un informe presentado por el programa “Real Sports with Bryant Gumbel”, en la cadena HBO. En ese reportaje la periodista Soledad O’Brien entrevistó a Teddy Chronopoulos (exdirector de las divisiones inferiores de Chivas USA) y Dan Calichman (exentrenador de la academia del club), quienes aseguran haber sido despedidos por el hecho de no hablar español o no tener raíces mexicanas. También recogió los testimonios del futbolista James Riley y de la madre de un jugador de los equipos infantiles, ofendida por los formularios a través de los cuales el club intentaba obtener información vinculada al origen familiar de sus integrantes.
La demanda judicial de Chronopoulos y Calichman contra Chivas USA llenó de preocupación a las autoridades de la MLS. En su demanda contra el club los despedidos alegaron la violación de las leyes anti discriminación y anti acoso del Estado de California. Explicaron que el por entonces presidente del club -José David- les dijo que eran cesados en sus funciones porque el equipo “estaba regresando a sus raíces mexicanas”. Y que el mismísimo Vergara les habría dicho que “si no hablan español pueden ir a trabajar para el Galaxy”.
Fueron estas decisiones -y no los malos resultados deportivos y la falta de público en el estadio- los que terminaron por sellar la suerte del equipo. En marzo de 2014 la Major League Soccer compró la franquicia de Chivas USA, con el propósito de vender el club a nuevos propietarios en el futuro cercano. Hasta la finalización de la temporada el equipo -que es administrado por la liga- mantiene su nombre y el diseño de su camiseta.
Exitoso en el ámbito empresarial, poco efectivo en el mundo del fútbol. Cuando Jorge Vergara adquirió a las Chivas de Guadalajara en 2002 se hizo con el control del que entonces era el equipo más laureado de México, con una decena de títulos de primera división. A partir de ese momento el club solamente ganó el Torneo Apertura de 2006 y su palmarés fue igualado por el América, su máximo rival a nivel nacional. Lejos de su momento de esplendor hoy los Rojiblancos piensan más en evitar el descenso que en campeonatos. La impericia en materia deportiva de Vergara es patente. Su alejamiento de la franquicia en la Major League Soccer fue recibida con satisfacción y alivio a ambos lados de la frontera.
¿Qué depara el futuro para Chivas USA? En lo más inmediato, y de acuerdo con lo anunciado por la liga, un cambio de identidad. En la reencarnación que tendría lugar a partir de la próxima temporada el equipo podría pasar a llamarse Los Angeles SC o Los Angeles F.C., de acuerdo con lo publicado por un importante medio partidario. El comisionado Don Garber pretende encontrar antes de 2015 a un inversor dispuesto a pagar por el club unos cien millones de dólares, y que además se comprometa a mantener a la franquicia en la ciudad y a construir un SSS propio.
Pero quizás la realidad no se corresponda con la voluntad de una liga que juega contra el reloj. Declara no tener prisa para resolver la situación de Chivas USA, pero sabe que a medida que pasa el tiempo la plaza local da señales de debilidad frente a potenciales competidoras. ¿Hay espacio y dinero en Los Angeles para dos equipos MLS? La ciudad es el segundo mercado televisivo de Estados Unidos, pero presenta algunas particularidades bastante llamativas como la de no contar con un equipo de NFL en la actualidad. Allí no siempre uno más uno arroja dos como resultado. Existen dudas sobre la viabilidad deportiva y financiera de mantener a dos equipos de fútbol de la máxima categoría en L.A., especialmente luego de la notable superioridad del Galaxy frente al Chivas angelino en las últimas temporadas.
¿Con qué opciones cuenta la Major League Soccer para mantener al equipo en Los Angeles? Mientras busca un comprador, Garber aclaró que el sucesor de Chivas USA no quedaría en manos de Stan Kroenke, dueño de la franquicia de Colorado Rapids y del Arsenal inglés. El empresario compró recientemente terrenos cercanos al centro de Los Angeles, donde se podría levantar un nuevo estadio, y acaricia la idea de instalar una versión autóctona de los Gunners en la Costa Oeste. Pero la liga no quiere regresar a la época en la que varios equipos tenían un mismo propietario. Si bien Kroenke podría aceptar vender a los Rapids a cambio de entrar en Los Angeles, esta opción de momento no está entre las preferidas por la MLS. Quien también podría estar interesado es David Beckham, cada vez más frustrado con las constantes trabas administrativas que pone la ciudad de Miami a su proyecto. También se menciona a un grupo de inversores asiáticos, a empresarios mexicanos no vinculados a Jorge Vergara y hasta a la estrella pop Rihanna como potenciales nuevos dueños o accionistas del reconvertido Chivas USA.
Un reciente informe de SI.com habla de la posibilidad de que -tras encontrar un nuevo dueño- el equipo no participe de la temporada 2015. Todo indica que la MLS ya ha dado con un grupo inversor, que cuenta con un componente angelino, y que está dispuesto a construir en los próximos años un estadio propio para la franquicia. La operación podría ser confirmada en octubre. Pero eso, quizás, no sería suficiente para dar por seguro que el año próximo el club será parte de la competición. La tarea de rebranding, de pensar un plan estratégico para reinstalar al equipo, la contratación de nuevos ejecutivos, la búsqueda de un centro de entrenamiento… Quizás no todo eso pueda ser realizado en pocos meses, a tiempo para el inicio de la próxima liga. La Major League Soccer -conciente de esta situación- ya estaría pensando en la posibilidad de tener un torneo con veinte clubes en 2015 (con la incorporación de Orlando City SC y New York City FC), y probablemente también en 2016.
Como ‘plan B’ -lejano, no deseado- la liga no descarta en última instancia alguna opción fuera de Los Angeles. Las autoridades no cierran completamente la puerta a una mudanza. Menos si ese potencial cambio de sede consigue mantener a la franquicia, como mal menor, dentro de California. Y allí en donde Sacramento Republic FC parece tener alguna ventaja con sus potenciales rivales. En su temporada inaugural en la USL Pro (una especie de tercera división) el club de la capital del estado congrega en cada partido que disputa como local una cantidad de público más que acceptable para la media de la MLS. El propietario del Republic ya se entrevistó con funcionarios de la liga, y analiza asociarse a Sacramento Kings, la franquicia de la NBA que podría aportar inversores para construir un estadio específico para el fútbol. Otra posibilidad es la de hacer aterrizar al equipo en Las Vegas, donde dos grupos económicos buscan quedarse con una plaza en la máxima categoría.
Mientras los ejecutivos de uno y otro lado negocian la suerte de la franquicia, los jugadores de Chivas USA intentan terminar la temporada de la mejor manera posible. Representando a un equipo condenado a desaparecer, y a veces cargando injustamente con el rechazo que la irresponsable gestión de los antiguos propietarios generó en el ambiente futbolístico norteamericano. El plantel desconoce si será parte de un nuevo proyecto a partir de 2015, si sus integrantes serán cedidos o si será desintegrado a través de algún draft. Sus jugadores salen a la cancha con la camiseta de Chivas USA, pero sienten que ya trabajan para su reemplazante, al que los jugadores ya llaman de manera informal Team LA. Así lo explicó el arquero Dan Kennedy: “Simplemente tratamos de ser el equipo de Los Angeles. Están pasando un montón de cosas (con el equipo) y van a haber algunos cambios en nuestro club; todos queremos ser parte de eso.”